Migrantes centroamericanos son secuestrados en México para exigir dinero a familiares radicados en Estados Unidos, denuncian sacerdotes católicos.

“El secuestro de migrantes, con la complicidad de policías municipales y ministeriales de Oaxaca, es una práctica común en el istmo de Tehuantepec”, alerta el párroco de Ixtepec, Oaxaca, Alejandro Solalinde.

En Nuevo Laredo, Tamaulipas, el sacerdote católico Francisco Fellizari asegura haber documentado el plagio de 90 centroamericanos por bandas que extorsionan a sus parientes.

“También hay secuestros en San Luis Potosí, Saltillo, Monterrey, y en toda la ruta del tren que los transporta desde Chiapas”, añadió Fellizari.

Un informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reveló que los migrantes centroamericanos también son detenidos en el puerto de Veracruz, “en instalaciones presuntamente controladas por personal de las corporaciones policiacas locales, que les piden rescate económico para ser liberados”.

El uso indebido de cárceles municipales que son habilitadas como estaciones migratorias continúa en México, aseguró la CNDH.

En sólo dos meses, este organismo fue testigo de que en la comandancia municipal de Hermosillo y en la cárcel municipal de Caborca, en Sonora, se tuvieron retenidos a 199 migrantes, quienes además de permanecer encerrados y hacinados en una celda, carecieron de servicios básicos como agua, alimentos y acceso a servicios sanitarios.