"El Mañana". MÉXICO: "Migrantes blanco de secuestradores"
Prensa Latinoamericana, 20-01-2007El secuestro de migrantes centroamericanos es una práctica común de extorsionadores protegidos por la policía para exigir dinero a familiares radicados en Estados Unidos, denunciaron sacerdotes católicos luego de que los gobiernos de Guatemala y El Salvador pidieron a las autoridades mexicanas investigar y desarticular las bandas que torturan y maltratan a sus connacionales.
“El secuestro de migrantes, con la complicidad de policías municipales y ministeriales de Oaxaca, es una práctica común en el Istmo de Tehuantepec. Unos tienen suerte y escapan, pero otros no y son liberados luego de que sus familiares en Estados Unidos les depositan fuertes cantidades de dinero”, denunció el párroco Alejandro Solalinde Guerra, de la diócesis de Tehuantepec.
En Nuevo Laredo, Tamaulipas, el sacerdote católico Francisco Fellizari dijo tener documentados los secuestros de 90 centroamericanos por bandas que exigen dinero a sus familiares para dejarlos en libertad en esa frontera, no sin antes golpearlos y torturarlos. “También hay secuestros en San Luis Potosí, Saltillo, Monterrey y en toda la ruta del tren que los transporta desde Chiapas”, añadió Fellizari.
En su intento por llegar a Estados Unidos, los migrantes centroamericanos utilizan de manera masiva el ferrocarril de carga que los traslada, en diversas escalas, desde Chiapas a la frontera con Estados Unidos, y según el padre Fellizari, director de la Casa del Migrante en Nuevo Laredo, son muchas las bandas que secuestran o asaltan a los indocumentados a lo largo de esa ruta “sin que ninguna autoridad haga algo para evitarlo”.
Un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala manifestó la preocupación del gobierno de ese país por los constantes secuestros de migrantes centroamericanos en diversos puntos del país, y solicitó a las autoridades mexicanas un investigación que concluya en la desarticulación de los grupos que actúan en esos secuestros.
Por su parte, el cónsul de El Salvador en Tapachula, Nelson Miguel Cuéllar Hernández, pidió a sus connacionales que denuncien ante la Cancillería o en los consulados la desaparición de migrantes, y aseguró que muchos de los secuestros no son denunciados por temor a represalias.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) informó que analiza denuncias de que los migrantes centroamericanos también son detenidos en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y en el puerto de Veracruz “en instalaciones presuntamente controladas por personal de las corporaciones policiacas locales que les piden rescate económico para ser liberados”.
La denuncia fue integrada por la Quinta Visitaduría de la CNDH luego de que en el municipio de Ixtepec, Oaxaca, en la región del Istmo de Tehuantepec, fueron detenidos 12 guatemaltecos junto con el sacerdote Solalinde Guerra, por policías municipales que pidieron un rescate para liberarlos.
El sacerdote, quien presentó una queja formal ante la CNDH como responsable de la Pastoral de la Movilidad Humana en la diócesis de Tehuantepec, aseguró también que recibió denuncias de que “el presidente municipal de Unión Hidalgo 30 kilómetros al oriente de Ixtepec, Ulises Escobar Alonso, protege a sus policías municipales que secuestraban en dos casas de seguridad a los migrantes”.
El párroco indicó también que los migrantes son encerrados en cuartos de algunos hoteles de Juchitán, como el Motel del Río, por bandas de extorsionadores, en la que participan dos pandilleros de la Mara Salvatrucha de El Salvador, que operan con la complicidad de varios comandantes de la Policía Ministerial y de la policía municipal de Ixtepec, uno de ellos identificado como Pedro Flores.
Solalinde Guerra dijo que entre los secuestros reportados y en el que participaron policías municipales y ministeriales está el de una pareja guatemalteca y sus dos hijos menores que el 12 de diciembre fueron encerrados en una casa del barrio Picacho de Ixtepec, y liberados hasta que sus familiares pagaron casi 100 mil pesos. 20/01/2007
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