SAN SEBASTIAN
La emoción va con medalla
En un acto con los sentimientos a flor de piel, Xabier Muñoz, Concha Chaos, SOS Racismo, Richard Oribe y Sor María Luisa expresaron su gratitud por unos galardones que distinguieron su calidad humana
Diario Vasco, 20-01-2007No son unos ciudadanos más. La ciudad ha distinguido este año con las Medallas al Mérito Ciudadano a otras cinco personas singulares, que si por algo destacan es por haber aportado su tiempo, su dedicación y sus habilidades a engrandecer la comunidad a la que pertenecen. Richard Oribe, Sor María Luisa Antón, Concha Chaos, SOS Racismo y Xabier Muñoz recibieron ayer emocionados el galardón en un Salón de Plenos abarrotado, y no dejaron pasar la oportunidad de pedir después de haber dado.
El Ayuntamiento se vistió de gala, a pocas hora de iniciarse la fiesta grande de la ciudad, para el acto de entrega de las Medallas al Mérito Ciudadano. El Salón de Plenos se quedó pequeño enseguida con la presencia de amigos, conocidos y familiares de los galardonados. A la ceremonia asistieron autoridades como la presidenta del Parlamento Vasco, Izaskun Bilbao; la consejera de Cultura, Miren Azkarate; el diputado general de Gipuzkoa, Joxe Joan Gonzalez de Txabarri; la presidenta de las Juntas Generales, Leire Ereño; y la corporación en Pleno, además un buen número de anteriores medallistas.
El periodista Juan Carlos López y la actriz Aitzpea Lazkano condujeron un acto, que se inició repasando las trayectorias de los galardonados por medio de un audiovisual. El alcalde, Odón Elorza, agradeció a los premiados su labor por hacer de San Sebastián «la ciudad soñada, culta y cosmopolita, abierta, con identidad propia, defensora de los derechos sociales, plural y tolerante».
Sor María Luisa «esa señora que se echa al monte todos los días para cuidar y mantener la capilla del Sagrado Corazón», dijo López con ironía agradeció el trabajo de todos los que con su labor desinteresada mantienen las iglesias. Pero no quiso irse del estrado sin antes pedir al concejal de turno que mantenga el servicio de microbús, que funcionó, el verano pasado, hasta el Monte Urgull, lo que provocó las risas de los presentes e inició un camino de peticiones al que ninguno de los galardonados quiso ser ajeno.
Concha Chaos, la bibliotecaria a la que hay que agradecer que las bebetecas formen parte hoy del paisaje cotidiano de las casas de cultura, se acordó de sus compañeros de trabajo y del apoyo de los corporativos. Pero no se fue sin antes advertir que «tenemos que seguir creciendo con una biblioteca central atractiva y moderna, que sea admirada en el futuro por aquellos países europeos que hoy están más adelantados que nosotros».
El txistulari Xabier Muñoz dijo sentir orgullo de ocupar el lugar al que en su día subieron José Ignacio Ansorena y su andereño Faustina Carril. Se emocionó por recibir la medalla junto a la Banda Municipal de Txistularis, «una pequeña joya de la ciudad» y reclamó a las autoridades que «rieguen la flor que es el txistularismo para que no marchite». Su «gora Donostia» fue redondeado con una gran ovación. Como la que recibió el deportista paralímpico discapacitado Richard Oribe, quien acompañado de su madre, Rosa Lumbreras, no paraba de llevarse la mano al corazón en agradecimiento, sobre todo a su entrenador Javier Aymerich. Madre e hijo no pudieron reprimir las lágrimas. Las 210 medallas logradas en Juegos Paralímpicos y campeonatos internacionales se quedaron pequeñas al lado de la que el alcalde le colgó del cuello.
Agustín Unzurrunzaga explicó, como responsable de SOS Racismo, que quien se merece la medalla realmente son los inmigrantes, que «para vivir con dignidad tienen que superar numerosas trabas» de todo tipo. «Hay miles de personas a las que les negamos la ciudadanía y sus derechos políticos, por el mero hecho de nacer en otro lugar», denunció.
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