Con 11.000 miembros en Berlín y cerca de 200.000 en todo el país, la
alemana constituye desde hace unos años la comunidad judaica de mayor
crecimiento en el mundo. El principal aporte procede de Rusia (20.000
emigrantes anuales). Tristemente, las actividades antisemitas han
aumentado en paralelo: en noviembre, en la capital se registraron más
denuncias que en todo el año anterior. Sin embargo, a pesar de la
solicitud del político cristiano – demócrata, Peter Trapp, el ayuntamiento
presidido por el socialdemócrata Klaus Wowereit todavía no ha
confeccionado un estudio sobre el origen y signo político de cada una de
las agresiones.