Gambia, la sonrisa de África

Dos investigadoras del CIMA viajaron en sus vacaciones de diciembre a Gambia. Allí, cambiaron la playa por los barrios pobres.

cRISTINA Natal Gorgojo, leonesa de 30 años, y su compañera en el Área de Ciencias Cardiovasculares del CIMA de la UN, Natalia López Andrés, soriana de 27, decidieron irse de vacaciones del 30 de noviembre al 7 de diciembre. «Pensamos en Canarias. Pero nos dijeron que había una oferta para Gambia. Buscamos información y vimos que todo el mundo lo llama la sonrisa de África», señala Natal.

G. LAMARIANO



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Día: Sábado, 20 de enero
Edición: GENERAL
Número de Página: 21
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Cristina Natal con varios de los niños de una de las guarderías que visitaron durante su estancia en Gambia.
Cristina Natal (izda.) y Natalia López, el jueves en el CIMA de la UN.

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}»EL VIAJE A GAMBIA

Gambia: es un pequeño país africano que limita con Senegal. Está poblado por algo más de 1.200.000 personas.

Quiénes fueron: Natalia López Andrés nació en Soria hace 27 años, pero vive … [leer más]

Las dos jóvenes llenaron sus maletas de medicamentos, cuadernos, bolis y caramelos, pero eso no fue suficiente. Una vez allí, decidieron cambiar el hotel y la playa por las zonas más pobres del país. «No sabíamos muy bien lo que nos íbamos a encontrar, pero teníamos claro que queríamos ayudar. Para ello visitamos guarderías, el poblado donde nació Kunta Kinte, Coconut Island… Y nos dimos cuenta de que aunque hay mucha pobreza la gente es encantadora, te habla y te saluda. Gambia no es turístico y no han perdido la inocencia. No piden nada, sólo ofrecen amabilidad, cariño y sonrisa», recuerda López emocionada.

A pesar de no ser un destino turístico, coincidieron en Gambia con 9 españoles: matrimonios de Zaragoza, Madrid, Zarautz, Milagro, una pareja de Pamplona y un joven de Tafalla. Y no se separaron durante todo el viaje de sus dos guías. «Los conocimos en el hotel. Nos cuidaban muchísimo e incluso nos enseñaron sus casas, nos invitaron a cenar y nos presentaron a sus familias y vecinos. Pero nunca nos pidieron nada, ni siquiera para sus hijos», destaca Cristina Natal, a lo que su compañera añade: «Nos despidieron en el aeropuerto llorando y nos dijeron que éramos embajadoras de Gambia. Fue impactante».

Algo que también impactó al grupo fue la excursión que realizaron en cayuco. «Fue traumático. Sólo duró media hora pero acabamos mareados después de remar y achicar agua. Me impresiona aún más toda la gente que cruza el Estrecho», confiesa Natal.

Sobre la idea que tienen los gambianos de la inmigración, López explica: «No saben que la gente muere. Creen que todos llegan a España y se hacen ricos. Cuando les dijimos la verdad, no querían escucharnos. Les dolía mucho».

Con el recuerdo aún fresco de su viaje, Natal, López y los otros 9 españoles planean próximos viajes a Gambia en Semana Santa y verano. «Entre todos llevaremos mucho más material escolar y de higiene. Queremos decirle a todo el mundo que vaya a Gambia que lleve cualquier cosa. Sea lo que sea, será bien recibido».