Pasarela con patera

El diseñador catalán Antonio Miró convirtió ayer La Pasarela Barcelona en un escenario de apoyo a los «sin papeles», ocho de los cuales fueron 'modelos'

Diario Vasco, 19-01-2007

El diseñador Antoni Miró (Sabadell, 1947) apostó ayer por la polémica en el tercer y último día de la III Pasarela Barcelona – el evento más importante, junto a Cibeles, del mundo de la moda en España – al utilizar como modelos a ocho inmigrantes sin papeles originarios de Senegal. El creador catalán, que el año pasado hizo desfilar a presos de la cárcel Modelo de Barcelona, declaró que tomó esta decisión para denunciar «la fuerte situación» que viven los inmigrantes en situación irregular en España. El diseñador contactó con este grupo de senegaleses a través de una asociación de ayuda a los sin papeles ubicada en el casco antiguo de Barcelona. Los inmigrantes, impecablemente vestidos con las propuestas de Miró para la próxima temporada de invierno, desfilaron en las Atarazanas de Barcelona ante un público que no salía de su asombro. Algunas personas expresaron claramente su simpatía hacia los sin papeles, mientras que otras no ocultaron un cierto malestar.

Al desfile asistió el jugador del Fútbol Club Barcelona Samuel Eto’o con quien los modelos, – que no tenían ni idea de quien era Miró pero sí el futbolista – se hicieron varias fotografías. El desfile de los ocho modelos ocasionales discurrió a través de una escenografía muy apropiada para la ocasión: una patera y unas cajas de mercancías. Antoni Miró aseguró que tomó la decisión de convertir a los ocho inmigrantes en modelo durante unas pocas horas, porque es «lo único que les puedo dar». Además, agradeció a Samuel Eto’o que hubiera asistido al acto, porque «ha hecho felices a los sin papeles».

En el desfile del diseñador catalán – el más concurrido de ésta Pasarela – predominaron los colores blanco y crudo.

Bread & Butter

Unas 26.000 personas visitaron ayer la feria Bread&Butter (BB), el certamen de moda urbana más importante de Europa, y se espera que en los tres días que dura lo hagan hasta 70.000, según los cálculos de los organizadores, que cifran además en 80 millones de euros el impacto de este evento en Barcelona. El director general de Fira Barcelona, Agustí Cordón, y el director de BB, Karl Hans Müller, esgrimieron esos datos para poner de manifiesto el gran éxito de la actual edición de este salón, el tercero de carácter profesional con más visitantes de Fira de Barcelona tras Construmat y Alimentaria.

De hecho, las colas para acceder ayer al recinto de la plaza Espanya demostraban por sí mismas el interés que despierta este certamen, que llega a su quinta edición, hasta el punto de que Müller llamó la atención, en rueda de prensa, sobre la necesidad de estudiar medidas para facilitar el acceso.

Casi un millar de marcas de moda muestran desde ayer sus propuestas en esta feria, que pretende convertirse en plataforma de todo lo que se va a llevar en la calle cada temporada y que cuenta en esta edición con representantes de 70 países. Cordón subrayó que el éxito de público del certamen, que supera las primeras previsiones y que se produce después de que la organización apostara por Barcelona como única localización de la feria en Europa, evidencia que «el BB ha colocado a la capital catalana en el mapa de la moda».

El representante de Fira Barcelona apuntó que, en esta edición, la feria tendrá un impacto económico indirecto en la ciudad cifrado en 80 millones de euros, en gran parte por las pernoctaciones en los hoteles, que han colgado ya sus carteles de «completo».

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