J. A. ELGARRESTA/CARTAGENA
La Guardia Civil consiguió detener a lo largo del día de ayer a tres de los cinco inmigrantes marroquíes que llegaron por la mañana a la playa de El Portús, en Cartagena, a bordo de una patera. En cuanto a los otros dos, las labores de rastreo por parte del Instituto Armado continúan por los barrios cercanos al casco urbano de Cartagena, como Canteras.

La alarma saltó minutos antes de la una del mediodía, cuando un particular avisó a la Guardia Civil de que había una persona, con rasgos árabes y empapada de agua, en una de las calas que rodean la playa de El Portús. Los agentes que acudieron al lugar pidieron una ambulancia, ya que esta persona presentaba signos de hipotermia como consecuencia de la baja temperatura del agua. También había una pequeña embarcación en las inmediaciones.

Cuando se recuperó, declaró a los agentes que no iba solo, sino que en una pequeña embarcación, a la que se había añadido un motor, viajaban cinco inmigrantes, todos de origen marroquí. Al parecer, cuando se encontraban a unos quinientos metros de la costa de Cartagena, y ante la proximidad de unas rocas, cuatro de ellos saltaron al agua, mientras que él se quedó en la embarcación.

Escaparon a pie

Los cuatro que saltaron llegaron a una cala, situada a la derecha de la playa de El Portús, en la falda de la sierra de la Muela, por donde pudieron escapar a pie. El otro corrió peor suerte, porque la barca en la que viajaba volcó y él cayó al agua. Sin embargo, pudo llegar a nado a otra cala distinta, la que se encuentra a la izquierda de la playa principal de la localidad y antes de llegar a la zona nudista.

Los agentes del Instituto Armado, una vez atendido el herido, comenzaron la búsqueda de los cuatro inmigrantes que se habían dado a la fuga por la sierra de la Muela y su entorno. Fuentes de la Delegación del Gobierno explicaron que a primera hora de la tarde, dos de ellos fueron detenidos cuando caminaban por la carretera que une El Portús y Cartagena, a la altura de Canteras. Los tres se encontraban ayer en el cuartel de la Guardia Civil de Cartagena, añadieron las mismas fuentes.

Una hora después del aviso del testigo, en la pequeña cala a la que llegó la embarcación – no es la playa principal de El Portús, sino una pequeña cala que hay a su lado, rodeada de rocas – quedaban todavía algunos rastros de su llegada, como pantalones y algún jersey, presumiblemente del que llegó a nado a la costa.

La Guardia Civil remolcó la embarcación en la que llegaron los inmigrantes desde la playa de El Portús hasta las instalaciones de que dispone en el barrio de Santa Lucía de la ciudad portuaria, donde se pudo comprobar a la perfección cómo era esta patera: una barca pequeñísima, en la que parece imposible hacer un viaje que sea superior a unas pocas millas, aunque lleve motor. En la popa, en el lado de estribor, la embarcación llevaba escrito su nombre en árabe.

Las fuentes de la Delegación del Gobierno explicaron que, a partir de ahora, el proceso de investigación va encaminado a averiguar si los cinco – aunque dos no han sido detenidos – compraron la embarcación para llegar a tierra o si, por el contrario, se podría considerar que alguno de ellos es el patrón de la patera; en el primero de los casos, la situación se resolvería con la repatriación de los detenidos, mientras que en el segundo la situación se complica porque se estaría hablando de la comisión de un delito y la aplicación del Código Penal.