La inmigración al Estado pudo dejar en 2006 siete mil muertos de los que 1.167 están documentados

Deia, 17-01-2007

La ONG Pro Derechos Humanos de Andalucía ve «desproporcionada» la reacción del Gobierno español y tilda de «racista» al Ejecutivo canario
Efe Cádiz
LA ASOCIACIÓN Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) ha documentado en 2006 la muerte de 1.167 personas a causa de la inmigración ilegal, aunque cree que en realidad la cifra se puede aproximar a las 7.000 personas, lo que supone tres veces más que en 2005.

Éste es uno de los resultados del “Informe Anual sobre Derechos Humanos en la Frontera Sur de 2006” presentado en rueda de prensa por el presidente de la APDHA, Rafael Lara, y que desde hoy se presentará en el Foro Social Mundial de Nairobi.

Según el presidente de la APDHA, han consultado muchas fuentes tanto en el Sahara como en Mauritania y Senegal, que coinciden en señalar que de cada tres cayucos, «al menos uno no logra el objetivo de llegar a Canarias, lo que confirmaría efectivamente alrededor de seis o siete mil fallecidos o desaparecidos».

Para esta asociación, la inmigración está ligada a al pobreza en África, que se debe principalmente a la «globalización neoliberal» que ha cerrado «a cal y canto» las fronteras y ha llevado a los inmigrantes a explorar otras rutas cada vez más al sur del continente africano.

Además, Lara indicó que la inmigración «se ha socializado con la ayuda de las nuevas tecnologías como móviles o GPS que hacen los viajes más baratos».

Frente a esto, el Gobierno español actuó el pasado año con un «despliegue sin precedentes, con muchas operaciones en marcha y con algo novedoso: el despliegue de fuerzas europeas en las costas africanas desde donde parten los inmigrantes», un hecho «muy preocupante», según Rafael Lara, puesto que crece el «odio hacia Occidente».

Según el informe, la cooperación en África es «insuficiente» y condicionada a que los propios gobiernos, «corruptos en su mayoría», pongan en marcha políticas de control efectivas.

Hasta octubre de 2006 fueron repatriados a sus países de origen 10.635 personas, de los que 4.864 eran de Senegal, 4.909 de Marruecos, Malí (354), Mauritania (303), Guinea Bissau (110) y Nigeria (95).

Lara dijo que la inmigración procedente del continente africano sólo supone el 4% del total de la inmigración en el Estado, «47.000 personas frente al millón de indocumentados».

Frente a ello, el Gobierno español ha planteado un dispositivo «represivo» para atajar precisamente la inmigración africana «con una visión hasta cierto punto xenófoba y racista y cuyas consecuencias se han dejado notar, puesto que se han triplicado las víctimas de la inmigración clandestina en dos años».

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