Diez soldados musulmanes de Ceuta llevan ante el juez su expulsión del Ejército

El ministro de Defensa niega que haya preocupación por el aumento de militares de esta confesión  Para proceder a los despidos se alegó que existían «informes reservados del Estado Mayor»

La Razón, 17-01-2007

Gonzalo Testa
ceuta – El primer partido de la oposición en la Asamblea autonómica de
Ceuta, la UDCE, y varias asociaciones y portavoces de la comunidad
musulmana local, a la que pertenecen el 40% de sus 75.000 vecinos, han
exigido «explicaciones» a la Comandancia General (COMGE) militar local y
al Ministerio de Defensa por la decena de despidos que, aproximadamente,
ha notificado este estamento a militares de esta confesión religiosa
durante el último mes de 2006 con el único argumento de la existencia de
«informes reservados del Estado Mayor de la COMGE», argumento que según
los afectados «ha sumado aún más incertidubre, preocupación y alarma
social a los casos planteados porque se trata de profesionales a los que
al mismo tiempo se reconocen excelentes actitudes y aptitudes».
Según han informado fuentes judiciales a LA RAZÓN, «casi todos» los
afectados han recurrido los dictámenes de la Comandancia ante el Juzgado
Togado Militar número 25 de la ciudad autónoma alegando «indefensión
jurídica». La UDCE ha trasladado al Grupo Parlamentario de IU una
interpelación sobre este asunto al ministro de Defensa, José Antonio
Alonso, para que éste aclare si existe o no algún tipo de «criba»
religiosa en la dotación ceutí tras las informaciones que siguieron a la
«Operación Duna», en las que se especulaba con la relación de varios
soldados con los presuntos salafistas que permanecen en prisión por orden
del juez Garzón desde el pasado 16 de diciembre. Ante el silencio de la
COMGE ceutí, el Gobierno autonómico ha sido el primero en defender que «en
el Ejército no hay ninguna discriminación».
El
comandante general en Ceuta, Luis Gómez Hortigüela, ha mantenido hasta
ahora un estricto silencio oficial sobre el caso, aunque fuentes militares
cercanas a su Cuartel General han asegurado a LA RAZÓN que «no existe
ningún tipo de discriminación» en los cuarteles y que el posible aumento
del número de bajas obligadas se puede atribuir a «la coincidencia de dos
llamamientos a la renovación de compromisos» y la aparición de la figura
del reservista de especial disponibilidad a la que pueden acogerse los
soldados al concluir su compromiso de larga duración, a los 45 años,
percibiendo seiscientos euros. «Hay determinados elementos con los que
hasta ahora se ha sido más condescendiente pero que el Ejército no quiere
mantener en sus filas durante décadas», han advertido estas mismas
fuentes. La COMGE elabora desde el pasado fin de semana un comunicado de
prensa que aún no ha visto la luz en el que, según ha podido saber este
periódico, el estamento militar pretende demostrar «con datos» que el
número de renovaciones denegadas y de despidos es «muy parecido» al de
cualquier otro año.
«La infiltración de integristas musulmanes
en las Fuerzas Armadas ha sustituido, desde principios de siglo, a la
preocupación por los ultraderechistas en el primer lugar de las
prioridades de los servicios internos de Información e Inteligencia», han
explicado fuentes militares ceutíes. Obviamente, dicha preocupación es
mucho mayor en Ceuta y Melilla, donde el Ejército se ha convertido en una
oficina virtual del iNEM con muchos mejores resultados que las reales
entre la juventud musulmana local.
El ministro de Defensa, José
Antonio Alonso, rechazó ayer que exista preocupación por el incremento de
musulmanes que se enrolan en el Ejército o por su comportamiento que,
según dijo, «no es más indisciplinado». Según Alonso en las Fuerzas
Armadas «no se pregunta a nadie por sus creencias religiosas, tal como
estipula la Constitución»,dijo en los desayunos de Ep.

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