La reivindicación de la catedral de Córdoba divide a los musulmanes españoles
La Junta Islámica reconoce que el número de personas que compone la comunidad «oscila entre las 30 y las 50» l Foro Abén Humeya dice que la Junta «sólo busca protagonismo y actúa en connivencia con el PSOE»
La Razón, 17-01-2007Amparo Puig
MADRID – La petición de uso compartido de la catedral de Córdoba por parte
de la Junta Islámica está poniendo en evidencia dos realidades de los
musulmanes españoles: su división y su escasa representatividad. Ante las
reivindicaciones de la entidad que preside Mansur Escudero, se han alzado
la mayoría de las voces de la sociedad civil cordobesa. Ahora, a ellas se
suma la opinión de la entidad islámica Al – Hidaya de Barcelona, quien en
una carta dirigida al diario digital «Forum Libertas» denuncia los riesgos
de esta propuesta.
La agrupación islámica catalana coincide en sus
planteamientos con el obispado de Córdoba al señalar que no ve «adecuado
convertir los espacios de una religión en los de otra, no llamar a la
confusión creando espacios en los que ambas liturgias se desarrollen al
mismo tiempo». «Estamos cansados ya de la apabullante presencia mediática
de un puñado de personas, patrocinados de forma visible por el partido en
el poder actualmente. Usan el nombre de los musulmanes como si fuera el
propio, cuando en realidad son ajenos a la comunidad, ya que siempre
actúan en su beneficio, buscando subvenciones y protagonismo», destaca
también el representante de Al – Hidaya, Omar Ribas.
Entidad
familiar
De hecho, es la misma Junta Islámica, a través de su
secretario Audalla Conget, quien reconoce que el número de personas que
componen la comunidad «oscila entre las 30 y 50». En una carta de
contestación a Omar Ribas, también reconoce que la Junta «no es más que
una entidad islámica entre las muchas existentes en España». Esta
estructura casi familiar de la entidad se puede comprobar en su rápida
visita a la página Webislam, promovida por la Junta. Según afirma Rosa
María Rodríguez Magda en el libro «La España convertida al islam», Junta
Islámica consigue con esta página que «un grupo muy pequeño, reducido a
dieciséis consultores (sólo la familia de Mansur y él mismo ya son
cuatro), distribuidos principalmente entre Almodóvar del Río y Barcelona,
sin una real comunidad detrás, tenga una influencia mediática
considerable».
Sobre la cuestión económica también en su carta,
el secretario de la Junta Islámica reconoce que el año pasado recibieron
de la Fundación Pluralismo y Convivencia – la entidad pública creada por el
Gobierno socialista para financiar las religiones minoritarias – un total
de 12.000 euros, «sin ninguna otra subvención de nadie, ni oficial ni
particular». Lo cierto es que la cifra es equiparable a la recibida por
entidades islámicas de capitales de provincia y cuyo número de integrantes
supera con creces los 30 o 50 reconocidos por la Junta Islámica.
Pero estas críticas no provienen sólo desde Barcelona. Hace unos días
en un artículo titulado «La Mezquita de Córdoba, del pueblo andaluz», el
representante del Foro Abén Humeya, el también converso Al Mansur
Castillo, denunciaba que Mansur Escudero «utiliza el paraguas que le
ofrecen las admistraciones gobernadas por el PSOE». Señalaba además que
Escudero no habría alcanzado la actual relevancia «sin la cobertura que un
día le prestaron los saudíes o que en los últimos años le ofrece el PSOE»,
y destacaba que los «casi 30 años de actividad islámica, carecen de una
organización, carecen de sedes, etc. Son capaces de involucrar a otros
para organizar congresos, pero jamás han organizado un acto oficial donde
se les pueda visualizar». Castillo destaca que la Junta Islámica tuvo una
buena oportunidad para evidenciar su representatividad el pasado 28 de
diciembre cuando Mansur Escudero convocó a los medios de comunicación a su
oración frente a las puertas de la catedral. «Pero no, allí estaba solo.
Ni la dirección de su asociación quiso dar la cara», añade Castillo.
También la entidad Al – Hidaya hace hincapié en las «motivaciones profundas»
que han llevado a la asociación cordobesa a realizar esta propuesta, las
cuales «responden a un ansia de protagonismo de la entidad Junta Islámica
a un año de perder las elecciones para dirigir la Federación Española de
Entidades Religiosas Islámicas y no a un deseo real de los musulmanes de
España». Y recuerdan que los musulmanes son ajenos «a las estrategias de
esta entidad religiosa concreta y determinada, que no se representa más
que a sí misma».
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