La ubicación de una mezquita en terreno público divide a los vecinos de Badalona

ABC, 17-01-2007

MARCOS DE BARROS

BARCELONA. La entrega por parte del grupo municipal popular y de una plataforma vecinal de Badalona de 20.800 firmas, en contra de la supuesta apertura de una mezquita en unos terrenos públicos de la población barcelonesa, ha reavivado la polémica ciudadana en torno al caso, dividido en dos a la ciudad y ahondado las distancias entre el equipo de gobierno y los populares.

El Consistorio aprobó el pasado verano, con los votos en contra del PP, la recalificación de una zona verde para uso de culto religioso.

Mientras que los populares aseguran que, según miembros de la comunidad musulmana, la alcaldesa, la socialista Maite Arqué, les ha hablado de la posibilidad de que los terrenos se destinen a la ubicación de una mezquita, el consistorio niega haber expresado para qué confesión iba a ser designado el espacio.

Recalificación de terrenos

Los terrenos en cuestión están situados en el polígono de Montigalà y, en julio, el Ayuntamiento de Badalona aprobó la citada recalificación. Actualmente, el proyecto está paralizado después de que la Generalitat lo devolviera al Consistorio, al considerar que para reservar más de mil metros de terreno para uso religioso y cambiar su calificación es necesario «modificar el Plan General Metropolitano y someterlo a un proceso de alegaciones».

Para hacer presión ante la Generalitat y llevar a cabo la recogida de firmas, que ha durado alrededor de tres meses, vecinos de Badalona contrarios al oratorio islámico formaron la plataforma No a la Mezquita en Terrenos Públicos, que se ha disuelto después de que el gobierno catalán haya paralizado el proyecto.

Para informar a los vecinos de Montigalà sobre la supuesta ubicación en su barrio de un equipamiento religioso, al que en principio no han mostrado oposición, se celebró a finales de año una asamblea, a la que asistió una treintena de personas, en la que los representantes del Consistorio negaron que se fuese a destinar dinero público para esta finalidad, y aseguraron que la reserva del terreno fue un puro «formalismo burocrático».

El presidente del PP en Badalona y candidato a la alcaldía, Xavier García Albiol, afirmó ayer que su grupo considera prioritario destinar los terrenos a «guarderías o centros de reunión para ancianos», antes que a una mezquita. Según García Albiol, la recogida de firmas, que se efectuó de forma separada a la de la plataforma No a la Mezquita en Terreno Público, representa «la unión de los ciudadanos, independientemente de su ideología».

«Voz al pueblo»

Xavier García Albiol consideró que el Ayuntamiento «evitó por todos los medios posibles que hubiese un periodo de exposición pública del proyecto» y que esta recogida de firmas da «voz» al pueblo. «El equipo de gobierno prescindió de la opinión de los ciudadanos y le ha pasado factura, porque la campaña de recogida de firmas ha sido un éxito y la Generalitat le ha parado el proyecto», valoró el dirigente popular.

En respuesta a la presentación de las firmas, la ministra de Cultura, Carmen Calvo, declaró a Efe que el Gobierno «nunca estará de acuerdo» con actuaciones que causen enfrentamiento entre los ciudadanos. Calvo añadió que la principal obligación del Ejecutivo es «procurar mediante todos los medios» la convivencia pacífica, libre y segura.

La ministra destacó que la política de «unos contra otros» que representan las firmas no se corresponde con la historia española, «rica y diversa, fruto de un cruce de caminos entre las diferentes culturas» y, actualmente, «país plural receptor de inmigrantes ».

Intento de demonización

«Se trata de un intento de demonizar y crear miedo en torno al Islam». Así criticó Abdennur Prado, presidente de la Junta Islámica Catalana, la recogida de firmas por parte del PP de Badalona, grupo al que acusó de «hacer campaña contra un derecho fundamental como es el derecho al culto», según informa Europa Press.

Prado añadió que el Gobierno «tiene la obligación» de solucionar los problemas que tienen muchas comunidades musulmanas con los lugares de culto, ya que se trata de un derecho fundamental «que no es negociable». El presidente de la Junta Islámica Catalana lamentó «la poca madurez democrática» que existe en Cataluña, y señaló que esta situación es «una muestra más de la palpable islamofobia que existe en Cataluña y en España».

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