Cruz Roja Navarra atiende desde ayer a 12 senegaleses que llegaron a Pamplona el pasado lunes procedentes de Canarias, donde han pasado 40 días en un centro de internamiento.

MARTÍN RUIZ. PAMPLONA.

El contingente estará acogido durante un mes en virtud del PAIN (Plan de Acogida e Integración Social de Inmigrantes ). Este convenio, firmado entre el Departamento de Bienestar Social y el Ministerio de Trabajo, pretende, entre otras cosas, descongestionar Canarias de los subsaharianos llegados en cayucos.

Lo primero, de rebajas

Durante el próximo mes, los inmigrantes conocerán «su situación legal, algunas nociones de castellano y llamarán a su país y a los contactos que tengan en España, para que vayan buscando un plan de salida», expone Conchi Igea, responsable de acción social de Cruz Roja. «Vamos de lo urgente a lo importante», indica Igea. Por ejemplo, «han venido con chancletas, camiseta y pantalón corto, más preparados para el clima de Canarias», por lo que aprovecharon su primera jornada en Pamplona «para comprar pantalones, calzado y ropa de abrigo».

Entre julio y septiembre del año pasado vinieron a Navarra 36 subsaharianos dentro de este programa. Todos ellos eran hombres, menores de 30 años, procedentes de Guinea Conakry, Mali y Senegal, y se alojaron en dos pisos situados en el II Ensanche propiedad del consistorio pamplonés. Para financiar las acogidas en Navarra, se estableció una partida de 1,86 millones de euros, de los que el Estado aporta 1,4.

Sin embargo, desde octubre pasado, los pisos de acogida estaban vacíos. Los motivos se desconocen según expone Conchi Igea. «Es posible que con el invierno haya temporales en la costa de África, y llegan menos cayucos a Canarias», opina, «o que cada vez se repatría a más inmigrantes de estos países, por lo que no haya tanta necesidad de acogida; pero son sólo suposiciones, no sabemos nada a ciencia cierta».