El año pasado se vendieron en España 1.635.000 coches usados, un nuevo récord histórico. Este volumen de adquisiciones, impulsado en gran parte por los inmigrantes, supone un repunte interanual del 4,9%. Movió unos 8.500 millones de euros, un 7% más que en 2005, y superó en un 9% a la venta de coches nuevos. La subida contrasta con el descenso en la comercialización de los turismos nuevos, una de las más acusadas de Europa, ya que cayó el 2% en 2006.