Como todo discurso de posesión, el de Rafael Correa como presidente de Ecuador, no podía dejar de llevar una fuerte dosis de esperanza. El líder del movimiento Alianza País ratificó e hizo énfasis en los ejes principales en que basará su propuesta de gobierno que lo llevó a ganar en las urnas en la segunda vuelta del 26 de noviembre pasado.

Llamó la atención sobretodo, el reconocimiento del aporte de los inmigrantes, dejando en claro, que si no es por las remesas que envíamos, el país difícilmente habría sobrevivido a la corrupción que ha quebrado la economía del país.

Correa ratificó que dentro de las profundas reformas que impulsará, se encuentra la creación de la Quinta Región para priorizar la atención al fenómeno migratorio. El país geopolíticamente está dividido en cuatro regiones: Costa, Sierra, Oriente y Región Insular, pero a juicio del flamante mandatario, los tres millones de ecuatorianos que vivimos en el exterior, merecemos ser considerados en razón del aporte real al país, para lo cual, dentro del esquema de la Asamblea Constitucional, contempla que haya al menos tres representantes por los ecuatorianos en el exterior.

El mandatario ha expresado un marcado interés en revertir las causas que produce la migración y el consiguiente desarraigo de las familias por esa forma de exilio obligado, dando una guerra sin cuartel a la corrupción y a la acción gubernamental, un rostro humano.

En ese ámbito, Rafael Correa citó inclusive a Martin Luther King destacando que la lucha en favor de los Derechos Civiles trasciende y sigue inspirando a través de la historia, para, en el caso de Ecuador, promover un esquema es favor de los más pobres, facilitando el acceso a la salud y la educación para por esta vía propender a una vida digna para todos los ecuatorianos.

A la distancia, veo con entusiasmo la asunción en nuestro país, advierto que el programa que se ha impuesto llevar adelante Rafael Correa es muy ambicioso y solo resta que los actores de la sociedad civil se unan a la firme voluntad política de lograr la transformación social que todos esperamos. Prohibido olvidar