El presidente mauritano, Ely Ould Mohamed Vall, y otros responsables de su Gobierno trasladaron ayer al Gobierno canario los buenos resultados de las patrullas mixtas de vigilancia y su decidida voluntad de luchar contra la inmigración ilegal, aunque ambas partes consideran necesarios más medios estatales y europeos.

E.C., Nuakchot (Mauritania, enviada especial)

El presidente mauritano, Ely Ould Mohamed Vall, y otros responsables de su Gobierno trasladaron ayer al Gobierno canario los buenos resultados de las patrullas mixtas de vigilancia, aunque ambas partes consideran que son necesarios más medios estatales y europeos.

El Gobierno de Mauritania mostró ayer su “decidida voluntad de luchar contra la inmigración ilegal” y colaborar para que se produzca un flujo de salidas de personas de forma regular en las reuniones que sus principales dirigentes mantuvieron con la delegación canaria que estos días visita el país africano, encabezada por el presidente del Ejecutivo regional, Adán Martín.

Martín se reunió ayer con el jefe del Estado, Ely Ould Mohamed Vall, y con el primer ministro, Sidi Mohamed Ould Boubacar, a la vez que el consejero de Presidencia y Justicia, José Miguel Ruano, mantuvo también un encuentro con el ministro del Interior mauritano, Mohamed Ahmed Ould Mohamed Lemine.

En esos encuentros, se abordó la cuestión de la inmigración ilegal desde el punto de vista de un país que más que emisor de irregulares, se ha convertido lugar de tránsito para los de otros países que quieren salir hacia Europa a través de Canarias. Adán Martín aseguró después de las reuniones que la voluntad política existe, pero que tanto el Archipiélago canario como Mauritania consideran que ahora hay que poner los medios para que eso dé resultado, y es esencial que el Estado español y la Unión Europea incrementen sus dispositivos de vigilancia en la zona.

José Miguel Ruano explicó que el ministro le transmitió que “toda la ayuda es poca” a la hora de frenar una situación que, según dijo, está provocando miles de muertos entre las personas que salen en cayucos hacia Canarias. No se especificó, no obstante, de cuántas muertes se podría hablar. En cuanto a cifras, la única que ofreció el Gobierno mauritano es que en 2006 realizó un total de 12.000 devoluciones de ciudadanos a otros países.

Para luchar contra la inmigración ilegal a través del desarrollo de los países emisores, Canarias también volvió a trasladar ayer a los mauritanos su colaboración en todos los frentes para tratar de atajar en origen los problemas que provocan que la gente tenga que emigrar, y se ofreció a las autoridades locales la cooperación en todos los campos, además de la colaboración a la hora de servir de intermediarios ante Madrid y Bruselas para seguir aumentando las ayudas al desarrollo. En este sentido, ambos gobiernos comparten la idea de que mientras se mantengan los problemas existente s en el continente africano, la inmigración se va a seguir produciendo.