La encuesta revela muchas conductas que deberán ser sometidas a examen.
Muchos niños catalanes afirman que nunca podrían tener un amigo que fuera
marroquí. Así, el 27,8 por ciento de los escolares nacidos en Cataluña
asegura que jamás establecería ningún vínculo de afecto o amistad con un
compañero originario de Marruecos o África.
   Los que
despiertan más hostilidad, segun el estudio de la Generalitat, son los
subsaharianos. Casi un 20 por ciento de los estudiantes catalanes de
secundaria declara que no se le pasaría por la cabeza empezar una relación
de amistad con un niño subsahariano. Tras ellos, los terceros en la lista
de la inquina infantil son los asiáticos, con un 17,7 por ciento de
estudiantes de Cataluña que se negarían a jugar con infantes de ojos
rasgados. Pese a que se expresen en castellano, los latinoamericanos
también genera un rechazo del 15,8 por ciento. En la cola de las
preferencias afectivas de los alumnos de Cataluña, se halla los menores de
Europa del Este.
   Por otra parte, al pedir a los estudiantes
catalanes el grado de conformidad con las afirmaciones que les mostraban
en una encuesta (en una escala en la que el 1 equivalía a «nada de
acuerdo» y el 10 a «totalmente de acuerdo»), los niños otorgaron un 4,8 a
la afirmación «La gente joven es racista». Aunque, como contrapartida, la
aseveración «Me gusta una escuela con niños y niñas de diferentes países»,
obtuvo un aprobado justo, con 5,5 puntos. Mucho más valorada fue la frase
«Es importante que los inmigrantes que viven en Cataluña aprendan a hablar
y escribir la lengua catalana», con un 7,2.