Si yo fuera africano

Las Provincias, 16-01-2007

Los caminos están llenos de piedras y las dunas, aunque bellas, son traicioneras. La prueba es muy dura y los jinetes de estas motos y tanto coche extravagante son unos esforzados al galope con olor a gasolina, camino de Dakar.


Mauritania es un infierno, pero el Atlas sorprendió con temperaturas muy bajas, como si estuviéramos en invierno. ¿Pues no estamos en África? Cosas del cambio climático. Carlos Sainz ha perdido el liderazgo del rally, cosas que no cambian. La culpa la ha tenido una tormenta de arena. Dichosa arena, maldito desierto. ¿Qué pasa con la visibilidad cuando sopla el viento? Que no les arree fuerte el siroco.


Los pilotos deambulan por los dominios saharianos, camino de los subsaharianos, de donde vienen las pateras y los cayucos cargados de miseria y en busca del paraíso mostrado, que es pura ensoñación, maldita mentira.


La tecnología punta del no va más se pasea con apariencias estrafalarias ante las reatas de burros que se apartan deprisa para no perder sus preciados odres con agua. Las grandes marcas del patrocinio de lujo se restriegan sin disimulo ante las cabañas y las miradas atónitas de los espantados habitantes de estas tierras de dignidad y pobreza. ‘‘Mira, esto es Europa’’, se dicen algunos, ufanos y pendientes de cómo dar el salto cuanto antes. Esto si que es un gran efecto llamada, efectivo e insultante.


Si yo fuera africano no me arriesgaría a viajar en una barcaza de frío y peligro. Me metería en cualquiera de los camiones pintarrajeados y le diría al chófer: ‘‘Media vuelta y hacia el norte’’. Sería como un secuestro, pero sin maldad, sólo por razones humanitarias, y por solidaridad igual obligaría a admitir a toda la familia y a los amigos en los carricoches. El peligro viene del norte, y la mano de obra, del sur. Así, hasta los helicópteros que retransmiten este circo desde el aire tendrían un motivo más emocionante que el de seguir las aburridas polvaredas que levantan los de esta tropa, que se han creído los reyes del mambo.


Incluso cabría que eligiera meterme en el coche de Sainz, para hacerle de guía, no sea que se pierda, y a cambio, que me trajera a España, paisa. Vaya tribu pija.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)