El Gobierno de Canarias respondió ayer al ministro de Trabajo, Jesús Caldera, que las Islas no se van a resignar a la llegada de barcos con inmigrantes por el hecho de que también lleguen a Malta o Italia, explicó el portavoz del Ejecutivo regional, Miguel Becerra.

“Evidentemente Canarias no se puede resignar, no nos vale la respuesta del ministro Caldera”, aseveró Becerra, quien agregó que ya se ha puesto de manifiesto muchas veces que cuando existen medios de vigilancia hay un mayor control de la llegada de embarcaciones con inmigrantes.

De esta manera se refirió a las declaraciones del ministro Caldera, que el pasado sábado afirmó que hace pocos días llegó un barco a El Hierro con más de 160 inmigrantes, como también llegan a Malta o Italia, y que lo que se debe “saber” es que todos serán repatriados. Miguel Becerra insistió en la permanencia de los medios desplegados por la Unión Europea a través del Frontex, ya sea a través de una prórroga de este servicio o porque España supla con sus medios los europeos.

Problema con los menores

En la misma cita Becerra afirmó que desde Mauritania el ministro se comprometió el 13 de septiembre a que no se pasaría ese cupo, mientras que ahora ciñe, y con retraso, el traslado de menores a un total de 500, independientemente de los que vayan llegando. El portavoz del Gobierno canario reconoció que sólo hay que acudir a las hemerotecas para evidenciar que el ministro Caldera incumple su compromiso del traslado de menores inmigrantes llegados en cayuco a Canarias hacia otras comunidades autónomas.

Becerra recordó que el compromiso de Caldera en septiembre fue el de trasladar en pocos días hasta 500 inmigrantes, dado que el cupo que Canarias podría asumir para mantener el compromiso de la integración social de esos menores era de 300 jóvenes repartidos en los centros coordinados tanto por el Gobierno como por ONG.

El Gobierno canario cree que es Madrid el que debería arbitrar soluciones, porque ahora mismo no hay ninguna normativa legal que establezca que la competencia de estos jóvenes corresponde a Canarias, máxime cuando la mayoría han sido interceptados en aguas internacionales por buques del Estado.