J. S./CEUTA
El mercado de trabajo parece recuperarse lentamente. Aunque el paisaje ha cambiado mucho en los últimos años. Por un lado, el ansiado contrato de trabajo es casi historia antigua y a día de hoy nueve de cada diez contratos son temporales; por otro lado, mientras la afiliación al régimen general de la Seguridad Social (SS) creció un 3,8 por ciento, el número de autónomos creció por encima del 12 por ciento en casi toda España.

Ese casi corresponde a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, donde la afiliación de ciudadanos extranjeros al régimen de autónomos, pese a su condición fronteriza, se quedó en la mitad, con un incremento de un 6,56 por ciento. Muy lejos de las regiones que más inmigrantes contrataron el pasado año, Baleares, con un 26,62 por ciento; Castilla – La Mancha, con un 27,65 por ciento y Castilla y León, con un 19,6 por ciento.

La idea de negocio que convierte al parado en un pequeño empresario parece haber calado entre el colectivo de desempleados inmigrantes que optan por esta vía para su integración en el mercado laboral. Este impulso ha propiciado que el número de autónomos supere ya los tres millones en España. El Consejo de Ministros ha fijado en 27.000 el contingente de trabajadores extranjeros no comunitarios que pueden ser contratados en origen seleccionados según su perfil profesional.