Sarkozy logra el respaldo masivo de su partido para competir por el Elíseo
El único candidato de la Unión por un Movimiento Popular logra aglutinar el 98% de los votos de las primarias del partido de centro-derecha francés El todavía ministro de interior se propone unir «a todos los franceses» para suceder en mayo a Jacques Chirac en la presidencia del país galo
Diario Vasco, 15-01-2007PARIS. DV. El líder de la gobernante Unión por un Movimiento Popular (UMP, centro – derecha), Nicolas Sarkozy, fue plebiscitado ayer como candidato de su partido a la sucesión de Jacques Chirac en la presidencia de Francia en la cita con las urnas de la próxima primavera. «He cambiado porque, en el mismo instante en el que me habéis designado, he dejado de ser el hombre de un solo partido», dijo el flamante aspirante, con pretensiones de ser el aglutinador de «todos los franceses sin excepción», a las decenas de miles de militantes reunidos en París en un congreso multitudinario.
La proclamación de Sarkozy como candidato oficial de la UMP al Elíseo tuvo aires de grandeza realzados con una cuidada escenografía. Unos cien mil dirigentes, militantes y simpatizantes, según el generoso cálculo del partido, se congregaron en el recinto ferial de la Puerta de Versalles, el mismo lugar en el que Chirac fundó en 1976 el neogaullismo con la creación del RPR. La investidura del campeón de la ruptura postgaullista desde el liberalismo neoconservador tuvo un presupuesto de 3,5 millones de euros y contó con ocho trenes de alta velocidad y 520 autobuses fletados para traer asistentes desde los diversos rincones del país.
Con Sarkozy como aspirante único a la investidura, la sola incógnita estribaba en conocer el alcance de la participación en un movimiento que, a diferencia de los socialistas, nunca se ha arriesgado al ejercicio democrático de las primarias. Al cabo de diez días de votación electrónica, el 69% de los 338.520 inscritos tomaron parte en el escrutinio y eligieron a su candidato con guarismos soviéticos: 98,1% de sufragios frente al 1,9% de papeletas nulas o en blanco.
Unión nacional
En el primer discurso de campaña, Sarkozy se esforzó por pulir su perfil divisor y presentarse como un político de unión nacional. «Mi Francia es la de todos los franceses que en el fondo no saben muy bien si son de derechas, de izquierdas o de centro». «Hoy sé que no tengo derecho a decepcionaros, ni de dudar, ni sencillamente de fracasar. Todos juntos reunidos, unidos, solidarios, todo se vuelve posible», proclamó a modo de lema electoral este hijo de húngaro y judía de Salónica.
Su proyecto presidencial preconiza una «República real donde los deberes son la contrapartida de los derechos» dirigida por un «presidente – líder que dirá antes todo lo que hará y hará después todo lo que haya dicho». «Ayudadme a romper con la política que os ha decepcionado para restablecer la esperanza», clamó el ministro del Interior, que probablemente permanezca en el Gobierno hasta el término de la sesión parlamentaria, a finales de febrero.
Irak, «una falta»
En el terreno internacional, Sarkozy enfatizó la voluntad de ser el presidente de «una Francia que no transija nunca con su independencia ni con sus valores». En este contexto, rindió homenaje a Chirac por haberse opuesto en 2003 a la guerra en Irak , intervención bélica que juzgó «una falta». Dentro de la misma línea de desmarque de las acusaciones de atlantismo ciego, abogó por «una Francia que hable siempre a Estados Unidos como a un amigo, le diga siempre la verdad y sepa decirle ‘no’ cuando se equivoca».
El candidato de la UMP se opuso al eventual ingreso de Turquía en la Unión Europea, opinó que una ampliación sin límite destruiría la unión política y se comprometió a no resucitar la Constitución europea. En su opinión, resulta urgente que la UE vuelva a funcionar con un tratado simplificado, centrado en el capítulo institucional. Además postuló una «estrategia euro – africana con pivote en el Mediterráneo» y reiteró su negativa a toda regularización masiva de inmigrantes.
(Puede haber caducado)