México, DF. El control de la frontera entre Estados Unidos y México por parte del primero incluida la creación de muros, el aumento de agentes de la Patrulla Fronteriza y el uso de tecnologías y estrategias de vigilancia no reduce el flujo migratorio, pero sí aumenta el número de muertes.

Expertos de instituciones académicas de México y Estados Unidos apuntaron que tampoco han reducido el flujo las restricciones a los derechos de los inmigrantes, como que el gobierno de Estados Unidos dificulte la obtención de la residencia legal a esposas e hijos de residentes legales.

En el estudio “La gestión migratoria México-Estados Unidos. Un enfoque binacional”, se señala que la interdependencia de empleadores estadunidenses e inmigrantes mexicanos es sostenida social y económicamente, por lo que su solución depende de diversos factores en ambas naciones.

El informe corrió a cargo de Liliana Meza y Claudia Pederzini, de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México; Agustín Escobar, del Ciesas Occidente; Rafael Fernández, del ITAM; Francisco Alba, de El Colegio de México; Susan Martin y Lindsay Lodwell, de la Universidad de Georgetown; Phil Martin, de UC Davis; y Jeffrey Passel, del Pew Hispanic Center.

Indicaron que el éxito de una reforma migratoria que pretenda tener éxito debe poner énfasis en la cooperación bilateral entre ambos países.

Esa ayuda mutua, señalaron, debe abarcar la celebración de reuniones más frecuentes y sistemáticas, aplicar medidas monitoreadas y evaluadas por ambos países, e incluir a representantes de ambos congresos y gobiernos estatales para ampliar el mecanismo binacional.

También es preciso mejorar la coordinación entre el Instituto Nacional de Migración, las subsecretarías para América del Norte y de Población y Migración mexicanas, así como de los Departamentos de Seguridad Interna, Justicia, Estado y Trabajo estadunidenses.

Mencionaron además que en Estados Unidos deben fomentarse las vías legales de inmigración, contar en el corto plazo con programas focalizados de trabajadores temporales que impulsen a mantener las condiciones legales de empleo a un costo menor a los de la inmigración ilegal, ofrecer empleos atractivos y que respeten los derechos de los inmigrantes para retenerlos.

Para ello, agregaron, es deseable una visa portátil para que los inmigrantes cambien de empleos donde se abusa de ellos y entren a otros donde se respeten sus derechos.

A su vez en México deben ofrecerse incentivos para el regreso de los emigrantes, vía comisiones e impuestos reembolsables, y otorgar incentivos financieros para la adquisición de vivienda y desarrollo de micronegocios que les permitan lograr un bienestar y no dependan de la migración anual, que debe limitarse a empleos estacionales o temporales.
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