El ropero de Cáritas está vacío. Los inmigrantes, de todas las nacionalidades, esperan cada día a sus puertas nuevas donaciones para cubrir sus necesidades más básicas. Cáritas ha hecho un llamamiento desesperado, ya que desde hace varios días no puede cubrir las peticiones, sobre todo, de ropa de abrigo que realizan decenas de personas extranjeras.

Las entregas de ropa se pueden realizar todos los días, mientras que las entregas sólo se llevan a cabo dos días a la semana, ya que no se dispone de prendas suficientes para atender todas las demandas. Los días de peticiones acuden medio centenar de personas, aunque la cifra sube, en ocasiones, hasta llegar a las 60.

El personal voluntario de Cáritas no para ni un sólo minuto. Las largas colas, visibles desde el exterior, no llama a equívocos. Se necesitan mantas y abrigos, ya que ¯según la presidenta de Cáritas Interparroquial, Magdalena González¯ aunque el invierno está siendo menos crudo durante el día, por la noche se están registrando bajas temperaturas, por lo que hay que abrigarse.

Muchas de las peticiones son de inmigrantes que acaban de desembarcar en nuestro país, y que carecen de lo más básico, cuenta González. «Necesitan mantas, sábanas, toallas, abrigos, camisas, jerseys, pantalones, zapatos, calcetines… de todo, porque no tienen nada, nada que ponerse».

Se necesita ropa para trabajar en el campo, pero también ropa para niño. «Esta es casi la más necesaria, y de todas las edades». Muchas madres acuden con sus hijos pequeños a la espera de encontrar vestidos o abrigos que les sirvan, tarea difícil, porque el ropero está prácticamente vacío.

Vuelven una y otra vez, hasta que pueden buscarles algo que cubra sus necesidades. La labor de Cáritas y de su presidenta es excepcional. Los momentos más complicados son solucionados incluso con llamadas de teléfono a particulares que cuentan con hijos en edades similares. En repetidas ocasiones se ha solucionado, a deshoras, situaciones como la de una mujer a punto de dar a luz a su hijo y que no dispone de ni siquiera un pijamita que ponerle. La labor de los voluntarios de Cáritas es digna de reseñar por este y otros motivos.

Además de ropa de abrigo se solicita todo tipo de piezas de menaje. Cacerolas, sartenes, vasos, platos… con los que poder mejorar la vida de muchas personas hasta que su situación económica mejore. «Nos encontramos con mil y un caso, a cual más preocupante. Se intenta dar solución a todos, pero en muchas ocasiones es difícil», señaló Magdalena.

La presidenta de Cáritas quiso hacer un llamamiento a los lorquinos para que lleven al ropero las prendas de vestir que ya no utilicen. «En nuestros armarios siempre hay mucha ropa que no nos ponemos, que no nos sirve, o que nos parece un tanto anticuada. Debo decirles que hay mucha gente necesitada que no les importa que el pantalón o la falda sean de la temporada pasada, que están deseando encontrar algo que ponerse, sin importarles el color o el estilo».

Las prendas que llegan a Cáritas son perfectamente ordenadas por tamaños para facilitar la labor de los voluntarios que se encargan de entregarlas. Además, se desechan las que no están en buen uso. Muchos lorquinos llevan sus prendas lavadas, planchadas y hasta cosidas, lo que es muy agradecido por Cáritas. «Que entiendan que las que no están en condiciones no pueden entregarse, por ello, pedimos que estén en el mejor uso posible». Las entregas se pueden realizar en la sede de Cáritas junto a la iglesia de Santiago todos los días o en las parroquias de la Ciudad.