El partido se llamará Movimiento por el Cambio y los ecuatorianos que lo están impulsando pretenden presentar su candidatura para el Ayuntamiento de Valencia en las próximas municipales. La asociación Rumiñahui impulsa esta iniciativa política y cuenta con “suficientes candidatos” nacionalizados españoles para sus listas. Para poder votar y ser votado en las elecciones municipales hay que tener la nacionalidad de un país de la Unión Europea.

La Asociación de Inmigrantes Ecuatorianos y Latinoamericanos Rumiñahui cuenta con “suficientes nacionalizados españoles” para configurar una lista. La intención de esta entidad es legalizar como partido el Movimiento por el Cambio, una corriente impulsada en Europa por emigrantes latinos, y “participar con candidatos propios” en las próximas elecciones.

La proximidad de las votaciones, en mayo, es el principal escollo al que se va a enfrentar Movimiento por el Cambio. “En diciembre decidimos en una asamblea legalizar el partido y ahora tenemos que acordar los siguientes pasos”, manifestó ayer Edgar Constante, ex presidente de Rumiñahui y actual portavoz.

Esta asociación cuenta con un amplio respaldo entre los ecuatorianos y entre pequeñas minorías de otros latinoamericanos: básicamente bolivianos, pero también chilenos.

Rumiñahui acaba de renovar su junta directiva para dejar tiempo libre a los impulsores del futuro partido Movimiento por el Cambio.

En la próxima asamblea, los impulsores marcarán las líneas del programa electoral y el número de firmas o avales que deberá presentar cada aspirante a integrarse en la listas.

“Queremos lograr un acercamiento con partidos y organizaciones, fundamentalmente, de izquierda”, argumenta Constante. Sin embargo, estos partidos podrían ser los más perjudicados por la aparición de candidaturas de este tipo. Por ejemplo, EU incluyó a varios inmigrantes nacionalizados en los puestos de cola de su lista de Valencia de las elecciones de 2003.

Sin injerencias externas

Para despejar cualquier duda, otras fuentes de Rumiñahui aclararon que rechazarán cualquier tipo de injerencia.

“No seremos como el partido de rumanos impulsado por la derecha en Castellón”, apostillaron estas fuentes.

Los ecuatorianos, de momento, no aspiran a obtener miles de votos. Todavía ven “complicado” obtener una cifra a tener en cuenta. Pero optimismo no les falta: “En el futuro podemos ser una fuerza electoral incontenible”, subraya el ex presidente de Rumiñahui. “Únicamente nos falta apuntalar esta idea en la que estamos empeñados”, añade.

El mensaje supone un claro aviso para los principales partidos: las políticas de extranjería no deben ser usados como arma electoral. En el futuro, los inmigrantes nacionalizados o las segundas generaciones pueden pasarle factura, según advierten fuentes del Foro Alternativo de la Inmigración.

El segundo objetivo de Movimiento por el Cambio será presentarse a las elecciones de Ecuador. Para ello reclaman que, en lugar de dos escaños, se elija a diez diputados entre los emigrantes a Europa.

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