ERENA CALVO

SANTA CRUZ. «Como Pedro por su casa». Así atracaba el jueves por la noche en el muelle herreño de La Restinga, explica a este periódico un agente de la Guardia Civil en la isla, el pesquero «Taiboi Star 1». Es el nombre que aparece pintado en la embarcación, dijo ayer el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura. El buque chatarra viajaba cargado de inmigrantes; más de 165 personas – la mayoría de procedencia asiática, aunque también hay un grupo de unos treinta africanos – abarratoban su casco cuando consiguieron burlar todo control e introducirse en la más alejada de las islas canarias, cogiendo desprevenidas a todas las autoridades. Circunstancia que aprovecharon los sin papeles para huir y esconderse. A lo largo de la noche lograron detener a unos 130, y más tarde a otros 35; aunque no se descartaba que hubiese más inmigrantes escondidos en los rincones de la pequeña isla.

La llegada del «Taiboi Star 1» movilizó los «escasos» medios con que cuenta El Hierro: nueve guardias civiles y doce policías locales, que «estuvieron trabajando sin parar desde las once de la noche del jueves», denunciaba a ABC un portavoz de la Asociación Unificada de la Guardia Civil. La carencia de efectivos es tal, «que se preveía trasladar en helicóptero a un grupo de ocho guardias más de Tenerife». No obstante, los vecinos de los dos municipios con que cuenta El Hierro también participaron en la búsqueda de los inmigrantes, que fueron encontrados por calles, y carreteras, por las que corrían desorientados en busca de un lugar seguro donde poder pasar desapercibidos.

El pesquero chatarra, de 30 metros de eslora y bandera española, podría haber recorrido unos 10.000 kilómetros para alcanzar las Islas, en caso de que se confirmase la hipótesis que se barajaba ayer. Según informó Segura, podrían haber partido de Sri Lanka.

No fue la única embarcación clandestina del día; por la tarde alcanzaba Tenerife un cayuco con cincuenta inmigrantes. Ambas llegadas coincidieron con la presencia en la capital grancanaria del ministro de Trabajo, Jesús Caldera, que hoy visitará la base marítima de la Cruz Roja en Las Palmas.

A pesar de que el «Taiboi Star 1» es el primer buque de estas características que llega a las costas herreñas, Canarias sí que ha sido destino de otros buques negreros – como se conoce a estas embarcaciones – , en los últimos meses. El último, el «Al Mari», llegaba a Tenerife en septiembre con 160 asiáticos a bordo; en aquella ocasión sí fueron detectados.Esta misma semana también alcanzaba El Hierro otro pesquero, aunque en él viajaban tan sólo catorce inmigrantes; había partido de Mauritania.

Fuentes de toda solvencia mostraban ayer su temor en declaraciones a este periódico ante la posibilidad de que las mafias que trafican con seres humanos empiecen a optar por esta vía con más frecuencia – e incluso que puedan llegar más en los próximos días – ; empleando barcos desvencijados con capacidad para cientos de personas, tal y como ya sucedió en las costas del sur de Italia, donde estas embarcaciones sin apenas medidas de seguridad han llegado a dejar hasta medio centenar de sin papeles de un solo viaje.

Un nutrido pasaje que, como sucedió ayer, pondría irremediablemente en jaque a los servicios de control y asistencia del Archipiélago.

«Van a pasar mucho frío»

Uno de los agentes que atendieron ayer a los inmigrantes en El Hierro relataba a este periódico que los pasajeros del «Taiboi Star 1» no podrán ser trasladados hasta el domingo a Tenerife. Mientras, «dormirán en un polideportivo situado a medio camino de los dos municipios de la isla». Un polideportivo que, asegura, «no reúne las mínimas condiciones para que pasen allí estas noches», a lo que hay que unir «el frío al que van a estar sometidos; aquí hay ahora 13 grados, y bajarán más las temperaturas».

En estas instalaciones esperarán a que se les tome declaración – todavía no han identificado al patrón de la embarcación – , para lo que se esperaba la llegada a la isla de refuerzos para poder atender a todos los inmigrantes. Ante la negativa de Defensa de habilitar un cuartel militar de la isla para darles cobijo, en un primer momento, se les desplazó a Valverde, a la casa del director insular, que se encuentra actualmente desocupada.

Tras efectuar los traslados, y propocionarles asistencia médica – todos se encontraban en buen estado de salud – los inmigrantes pudieron descansar y tomar fuerzas. Para comer, macarrones con tomate, zumo y fruta.

Terminada su estancia en El Hierro serán internados 48 días en los centros de Tenerife; pasado ese plazo deberán ser repatriados a sus países de origen. Una empresa harto complicada en el caso de los asiáticos – la mayoría podría proceder de Bangladesh e India – , que como otras veces podrían acabar en la Península.