Juchitán, Oax. Custodiados por personal del Instituto Nacional de Migración y de organismos de derechos humanos, los migrantes que fueron agredidos por policías municipales en Ixtepec el día de ayer miércoles, presentaron una denuncia ante el Ministerio Público de Juchitán.

Alejandro Solalinde Guerra, sacerdote de la Diócesis de Tehantepec y quien junto con los centroamericanos fue detenido y posteriormente dejado en libertad, informó que el supervisor de migración le había comunicado que por instrucciones del presidente de la República, Felipe Calderón, se había decidido dar un estatus diferente de “asegurados” a los migrantes que tendrán todo el tiempo necesario para proceder del manera penal contra los policías que los golpearon y robaron el miércoles pasado.

Confirmó que la embajada de Guatemala interpuso una queja ante el gobierno de México por los hechos violentos donde están inmiscuidos policías municipales.