Dieciocho indocumentados centroamericanos y el sacerdote de Ixtepec, Oaxaca, Alejandro Solalinde Guerra, fueron detenidos ayer por policías municipales.
Los hechos se registraron cuando el cura y los 18 indocumentados, entre ellos dos menores, reclamaron a los elementos municipales porque, aparentemente, algunos de ellos se llevaron a otro grupo de migrantes, al cual detuvieron en las primeras horas de ayer.
Por esta situación, Solalinde Guerra denunció por secuestro al comandante de la corporación local, Pedro Flores Narváez, ante una representación de la Policía Federal Preventiva (PFP).
Sin embargo, autoridades locales ordenaron que el sacerdote fuera sacado de su celda alrededor de las 14:00 horas, luego de que éste rindió su declaración ante elementos de la Policía Federal Preventiva, aunque permanece en instalaciones de la cárcel municipal.
“Me sacaron de la celda porque soy una ‘papa caliente’”, dijo el cura, quien añadió que no lo dejan salir a la calle y permanece en el patio de la comandancia municipal.