El perfil del nuevo parado inmigrante responde al de un hombre maduro, con ganas de trabajar en la construcción, nacido fuera de la Unión Europea y con residencia en Murcia. Así se desprende del análisis de los datos registrados en las oficinas del Servicio Público de Empleo (SPE), antiguo INEM. Murcia lidera el crecimiento del desempleo entre los extranjeros, que creció un 24,04% el año pasado. En números redondos, esto significa que se fueron al paro en la Región 1.040 inmigrantes.

Muy cerca se situó Madrid, con un 22,16% (5.022 desempleados nuevos). En el otro extremo estuvieron las reducciones de Aragón, del 7,79% (431); Extremadura, del 5,38% (77); La Rioja, del 4,37% (69); y de Navarra, del 3,26% (99). En el conjunto de España, el paro entre los extranjeros subió un 10,86% y en 16.670 personas en 2006. El año terminó con 170.150 desempleados inmigrantes registrados en las oficinas del Servicio Público de Empleo. Los datos apuntan que los extranjeros que llegan a España tienen cada vez más dificultad para encontrar un empleo, incluso los problemas existen también a la hora de conservar el trabajo conseguido. Prueba de este hecho es que en términos generales, el paro del SPE en 2006 disminuyó un 3,81% y en 80.064 personas, mientras que entre la población venida de fuera aumentó.

De los 170.150 inmigrantes inscritos en busca de un contrato, el 19% procedía de la Unión Europea (UE) y el 81%, de países extracomunitarios. El panorama más sombrío fue para los hombres. Su paro aumentó un 13% y en 10.561 personas, frente al femenino, que se incrementó un 8,5% y en 6.109 mujeres. Del número de extranjeros sin trabajo, el 54% (92.159 desempleados) correspondió a varones y el restante 46% (77.991), a mujeres. En relación con los sectores, el mayor incremento relativo, del 33%, se produjo en la construcción, seguido del aumento del 13,54% ocurrido en los servicios. En la industria, el desempleo extranjero también creció. El aumento fue del 10,63%, con 1.186 inscritos más.Por el contrario, en la agricultura se registró un descenso porcentual elevado, del 24,23%, que sacó de las listas del SPE a 1.186 inmigrantes.