?amón José Fraga Fernández quedó ayer en libertad con cargos tras prestar declaración en un juzgado de Tenerife. Está acusado de un delito contra los derechos de los inmigrantes y el juez lo obliga a presentarse los días 1 y 15 de cada mes en La Gomera.


Fue en esa isla donde lo detuvo la Guardia Civil, a última hora del lunes, después de interceptar su barco con 15 inmigrantes ilegales a bordo.


Ramón José, que ya fue investigado en el 2005 por otro delito similar, podrá circular libremente por España, y los mandos del instituto armado no descartaban que ya haya salido de la isla, probablemente rumbo a Foz, donde tiene el domicilio familiar. La decisión de dejarlo en libertad es muy infrecuente en casos vinculados al tráfico de personas, pero fuentes próximas a la investigación explicaron a La Voz que en esta ocasión se podría haber valorado la baja cuantía de la pena a la que sería condenado Ramón José y la ausencia de riesgo de fuga.


Tampoco se descarta que se haya tenido en cuenta el cambio en la declaración de los sin papeles que fueron apresados a bordo del Tangonine . En su testimonio de ayer, los inmigrantes negaron haber pagado cantidad alguna por la travesía. Sin embargo, tras ser capturados por la Guardia Civil, los catorce subsaharianos – procedentes de Guinea, Senegal, Mauritania y Sierra Leona – y el marroquí que iban en el pesquero confesaron que el patrón gallego les había pedido 2.000 euros a cada uno por el viaje.


Al parecer, algunos accedieron a pagar parte de esa cantidad mediante trabajos realizados en el barco, pero, una vez a bordo, se desataron los problemas.


Los inmigrantes relataron a los agentes que Ramón José Fraga Fernández se había comportado con ellos como un déspota y la tensión había ido creciendo desde la salida de la embarcación del puerto mauritano de Nuadibú, al parecer, el viernes pasado.


La situación llegó a tal punto que los sin papeles decidieron tomar el control del Tangonine , encerraron al patrón y lo amenazaron con arrojarlo al mar. Esto provocó que el gallego alertase por el móvil a su cuñado, residente en Burela. Éste avisó a la Guardia Civil de Lugo, que inició la operación que acabó con los 16 arrestos en La Gomera.