"Hoy Tamaulipas". MÉXICO: "Un muro más para Migrantes: El Virtual"

En la zona de Nuevo Laredo a una valla virtual que los atrapa en una telaraña de cámaras de visión nocturna, sensores y sobrevuelo de helicópteros

Prensa Latinoamericana, 10-01-2007

Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Antes de pensar en cómo brincarán el muro que Estados Unidos planea construir en su frontera con México, los indocumentados se enfrentan ya en la zona de Nuevo Laredo a una valla virtual que los atrapa en una telaraña de cámaras de visión nocturna, sensores y sobrevuelo de helicópteros.

La ciudad mexicana de Nuevo Laredo es uno de los puntos por donde decenas de miles de indocumentados buscan pasar a Estados Unidos y donde Washington plantea construir parte del muro para contener el flujo de inmigrantes ilegales.

El muro virtual, que ha venido construyéndose en los últimos años, tiene una red de cámaras de visión nocturna y sensores de movimiento que son operados en centros de control por especialistas militares y oficiales del Departamento de aduanas y protección fronteriza de Estados Unidos.

Además, la ribera del fronterizo Río Bravo y las rutas utilizadas por indocumentados para internarse a Estados Unidos son recorridas por oficiales de la patrulla fronteriza en vehículos y a caballo.

Desde el aire, la zona es sobrevolada por helicópteros y, a pie, por soldados de la Guardia Nacional.

Aún con esto, los mexicanos y centroamericanos se arriesgan a cruzar la línea que los separa de la pobreza del país más poderoso del planeta.

El cruce fronterizo de Laredo-Nuevo Laredo es un punto neurálgico por donde salieron e ingresaron en la pasada temporada vacacional alrededor de 50.000 vehículos con familias de inmigrantes “legales”.

También es uno de los sitios preferidos por los “polleros” (traficantes de indocumentados) para introducir personas a Estados Unidos, aunque el número de candidatos a brincar al otro lado ha bajado, según expertos.

En 2006, hubo más deportaciones, dijo a Efe Norma Ortiz García, experta en el tema y subdirectora del programa municipal de Menores en Condiciones Especialmente Difíciles (MECED).

Ortiz García basa su cálculos el número de menores deportados desde Estados Unidos que MECED recibió en 2006 y que ascendió 1.115 menores frente a los 1.038 del año anterior.

También señala que en 2006 el número de mujeres menores de 16 años deportadas por esta frontera fue de más de 200, la mayoría de ellas procedentes de los estados de Chiapas, Oaxaca y Veracruz, sur y sureste de México.

También en 2006, el número de víctimas mortales fue de 58, la mayoría de ellos ahogados en las aguas del fronterizo Río Bravo.

Este panorama no parece desalentar a hombres y mujeres como Juan, Irving y Esmeralda, tres hondureños indocumentados que en estas fechas llegaron a Nuevo Laredo.

Para estos tres aspirantes a inmigrantes ilegales, la idea de tener que enfrentarse a un muro les resulta incómoda pero no desalentadora, pues ya han vencido muchos obstáculos en la búsqueda de un solo objetivo: llegar a Estados Unidos.

“Si hacen un muro, pues los ‘polleros’ van a hacer escaleras para brincarlo, pero nos van a cobrar más caro”, dice en tono de broma Juan, de oficio albañil.
El muro virtual no sólo está evitando que ingrese la misma cantidad de inmigrantes ilegales, sino que está “inmovilizando” a otros muchos que ya se encuentran dentro de Estados Unidos.

Es el caso de los dos hijos de Anselmo Soto, un inmigrante originario de Chiapas, que cumple en estos días su segunda visita a México en años consecutivos tras casi dos décadas de vivir en Estados Unidos.

Anselmo es residente legal en EEUU, pero no así dos de sus cuatro hijos que siguen siendo indocumentados y que no salen de ese país ante el mayor número de obstáculos para regresar como originalmente ingresaron: sin documentos.

Cada año 500.000 mexicanos se lanzan en busca de oportunidades de trabajo en Estados Unidos. Casi la mitad llega de forma legal, para quedarse luego como indocumentados.

La otra parte lo hace cruzando por la línea fronteriza de 3.200 kilómetros, aunque cada vez por zonas de más peligro, como el desierto de Arizona luego de que desde hace varios años fueron levantados muros en zonas como Tijuana-San Diego y El Paso-Juárez.

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