La Policía arresta a 141 marroquíes que pretendían entrar en Ceuta

La Razón, 10-01-2007

ceuta – El problema de la inmigración ilegal es una cuestión que no
descansa en ningún momento del año, ni siquiera en unas fechas en las que
coincide la Navidad y la Pascua musulmana. Buena prueba de ello es que la
Policía Nacional en Ceuta ha detenido a 141 inmigrantes, todos ellos
marroquíes, cuando pretendían acceder clandestinamente al territorio
nacional por la frontera con Marruecos, en una operación especial
desarrollada entre el 3 y el 7 de enero pasados.
   Según declaró ayer
a los periodistas el jefe del Gabinete de la Delegación del Gobierno,
Clemente Cerdeira, la operación se desarrolló ante un previsible
incremento en la utilización de la aduana del Tarajal por la coincidencia
de las fiestas de ambas religiones.
   Los agentes interceptaron en el
control fronterizo a 141 inmigrantes indocumentados, procedentes de
diferentes localidades marroquíes, cuando pretendían entrar de manera
ilegal en España. En estas operaciones también se consiguió la detención
de cinco personas por favorecer la inmigración clandestina, que fueron
acusados de un presunto delito contra los derechos de los ciudadanos
extranjeros.
   En este periodo se contabilizó el acceso por el paso
fronterizo de 52.000 personas de diferentes nacionalidades, principalmente
marroquíes.
   Devolución de rumanos
   Por
otro lado, un total de 26.866 rumanos fueron devueltos por las autoridades
españolas a Francia entre enero y septiembre de 2006, en virtud del
Acuerdo Bilateral de Readmisión Hispano – Francés, que prevé la devolución
de los inmigrantes que hayan entrado de manera irregular por la frontera
gala. Además, y como consecuencia de los controles de documentación
realizados en los puestos fronterizos, se denegó la entrada en España a
773 rumanos que no reunían los requisitos establecidos para entrar en el
país.
   El Gobierno ha facilitado estos datos al diputado del PP
Ramón Moreno en una respuesta parlamentaria. El Ejecutivo señala que
existe la libre circulación de personas en el espacio Schengen, lo que
supone la inexistencia de controles fronterizos. No obstante, matiza, «por
razones de orden público y seguridad, entre las que se encuentra la lucha
contra la inmigración irregular, se llevan a cabo controles móviles de
seguridad».
   

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