Episodios racistas en Tenerife
ABC, 10-01-2007POR ERENA CALVO
LAS PALMAS. Pánico. Es lo que sienten muchos miembros de la comunidad islámica residentes en Tenerife, fruto de los insultos, amenazas y agresiones a las que se ven sometidos. Este lunes una canaria de 29 años convertida al Islam recibía de sus vecinos la tercera paliza en menos de tres meses simplemente por practicar otra religión. El de Zoraya, sin embargo, no es el único caso de racismo que se ha detectado en Tenerife en los últimos meses, denuncia la asociación Queda la palabra. Portavoces del colectivo y el abogado de la víctima, Francisco Tray, explicaron en declaraciones a ABC que Zoraya (nombre ficticio) volvió a ser amenazada ayer.
Sus agresoras («una abuela, su hija y la nieta del mismo barrio de la víctima») han llegado a asustarle diciendo de que «mandarán a otro familiar a «pincharla» si no se calla» e incluso le amenazan «con su hijo pequeño, de cuatro años». Sin embargo, Tray confía en que esta vez puedan resolver el caso favorablemente para su defendida «porque tenemos testigos dispuestos a declarar». Para el abogado, «nos encontramos ante un asunto con tintes racistas, porque una de las agresoras llegó a declarar que su hija fue acosada hace dos años por un magrebí, y desde entonces desconfía de esa gente». Un supuesto acoso que nunca llegó a ser denunciado.
Jalil es sirio y tiene 50 años. Desde hace 30 reside en España, los últimos nueve en el barrio de Bajamar, en La Laguna, y asegura no haber vivido nunca como ahora. Sus vecinos, todos canarios, no le quieren en el edificio. «La casa es mía y no hago mal a nadie, pero no paran de insultarme, me dicen «moro, coge tu patera y vuelve a tu casa»». Jalil lleva un año así, y pide justicia. «No podemos seguir viviendo como si estuviéramos en un campo de concentración», dice.
Muchos de los miembros de la comunidad islámica sienten «auténtico miedo» ante las reiteradas agresiones a las que se ven sometidos, según denuncia la asociación Queda la palabra
(Puede haber caducado)