Al final fueron menos de los que se esperaba. Entre julio y septiembre de 2006 Navarra acogió a 41 inmigrantes subsaharianos llegados en «cayucos» a Canarias y desde octubre los pisos de acogida habilitados para ello están vacíos, dado que el Ministerio no ha enviado nuevos casos. Bienestar Social ha preguntado por las razones y sobre qué va a pasar en 2007, pero por el momento no ha recibido respuesta.

M.J.C. PAMPLONA.

En 2005 y 2006 Bienestar Social y el Ministerio de Trabajo firmaron convenios para el PAIN (Plan para la Acogida e Integración Social de Inmigrantes). En 2006 se contó con un presupuesto de 1,86 millones de euros, 1,4 de ellos aportados por el Estado.

Dentro de este convenio y ante la solicitud «urgente» del Gobierno central a ONG y comunidades autónomas para hacer frente a la presión inmigratoria, Navarra habilitó diez plazas de acogida en dos pisos del II Ensanche, cedidos por el Ayuntamiento de Pamplona. La gestión se sacó a concurso público y lo ganó Cruz Roja Navarra.

Según fuentes de Bienestar Social, entre julio y septiembre de 2006 llegaron desde Canarias 36 inmigrantes subsaharianos, todos hombres, menores de 30 años y procedentes de Senegal, Mali y Guinea-Conakry. En los pisos recibieron atención básica, clases de castellano, etc. El plazo máximo de acogida era de un mes; tras ese tiempo se marcharon, en su mayoría hacia Levante. Mientras, Cruz Roja Navarra acogió a otros 5 inmigrantes, en virtud de un acuerdo directo de Cruz Roja Española con el Ministerio, también todos hombres y de los mismos países. Se alojaron en un piso alquilado por la ONG, desde diciembre también vacío.

Bienestar Social ha preguntado por varias vías al Ministerio por qué no envían nuevos casos, qué va a pasar en 2007, si habrá nuevo convenio, si cerrar o no los pisos, etc., sin obtener aún respuesta. Tampoco sobre la acogida de menores inmigrantes.

Según Conchi Igea, de Cruz Roja, al ser invierno llegan menos inmigrantes a las costas y además muchos han sido devueltos a sus países, por lo que la demanda puede estar cubierta de momento con los acuerdos existentes entre Ministerio, ONG y CC AA. Igea cree que conviene «esperar» a ver cómo evoluciona la situación, por ejemplo, si las necesidades aumentan conforme se vaya acercando el verano.