M. J. CARCHANO/ VALENCIA

Hace un año, una inmobiliaria tardaba en vender una vivienda entre dos y tres meses. El Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria ha detectado que ahora cuesta hasta nueve meses debido a los altos precios y la subida de tipos de interés. Los inmigrantes lideran la compra de inmuebles a precios asequibles, por debajo de 210.000 euros. “Es un esfuerzo importante, pero nuestro objetivo es quedarnos en España y comprar un piso era uno de nuestros primeros objetivos”, asegura Claudia, una inmigrante de 33 años que llegó procedente de Argentina hace cuatro años. Son precisamente los extranjeros el segmento de la sociedad que lidera la demanda de la vivienda de segunda mano más barata, “inferior a los 210.000 euros”, según explicó el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, José Ramón Pons, que ayer ofreció los datos de los precios de la vivienda en Valencia y su provincia.

Según el informe anual, realizado sobre una base de datos de 5.000 inmuebles, comprar una vivienda de segunda mano sigue siendo caro, pero la esperada ralentización de los precios parece que comienza. El crecimiento del valor del metro cuadrado ha pasado del 25% al 16% en la provincia de Valencia, donde la media está situada en 2.104 euros por metro cuadrado. En la capital valenciana, la subida del precio ha sido en los últimos 12 meses todavía más discreta, ya que no ha llegado al 15%. No obstante, los precios son más caros que en el resto de la provincia, donde el metro cuadrado cuesta 2,789 euros.

Los agentes de la propiedad inmobiliaria han detectado además que en un año cuesta más vender una vivienda. En 2005, un inmueble permanecía entre dos y tres meses en la inmobiliaria hasta que era adquirido. Ahora la venta se ha ralentizado hasta nueve meses.

La demanda, según el presidente del colegio, José Ramón Pons, se mantiene sin embargo todavía alta en la Comunitat que, junto a Murcia, tienen crecimientos de precios todavía por encima del 10%, mientras que la media nacional está en datos de un sólo dígito. Una de las razones es, según Pons, el incremento de población de la Comunitat, además de la demanda de los inmigrantes, que buscan una vivienda de segunda mano a un precio asequible.

Por barrios, Pons destacó los discretos crecimientos de los precios en la zona de la Avenida del Puerto y los Poblados Marítimos, donde se esperaba un crecimiento de los precios por el efecto de la Copa América, que sin embargo no se ha producido y, al contrario, se ha producido un aumento del valor de la vivienda de segunda mano por encima de la media. En el otro extremo, destaca Ciutat Vella, con un incremento interanual superior al 24% pese a que los precios son los más altos de Valencia, y donde el metro cuadrado cuesta 3.904 euros.

Marxalenes

En el otro extremo destacan los barrios de Tránsitos Norte, Zaidía y Marxalenes, donde los crecimientos fueron inferiores a la media. Es esta última zona la más barata para vivir en la capital, con 2.418 euros por metro cuadrado.

Los municipios tienen unas variaciones todavía más importantes entre sí. Mientras en Alzira y Moncada se han detectado incrementos interanuales en el precio de la vivienda del 31 y el 24%, en el otro extremo se sitúan Sagunto y Burjassot, donde los inmuebles son más baratos que hace un año, con descensos de hasta un 18%. En el área metropolitana, la Canyada lidera el precio del metro cuadrado, que está en los valores medios de la capital valenciana, con 2.800 euros el metro cuadrado, mientras que en el otro extremo se sitúa Alaquàs o Xirivella, con 1.900 euros por metro cuadrado. En el resto de la provincia, pese a los incrementos en el precio, Alzira y Monserrat siguen siendo los municipios donde los inmuebles son más baratos, por debajo de los 1.900 euros por metro cuadrado.

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