Participa en programa de desarrollo de la ONU
Luis Felipe López Calva es coordinador del equipo que produce el Informe Nacional sobre Desarrollo Humano del Programa de la ONU para el Desarrollo. Maestro en Economía por la Universidad de Boston y doctor en la misma materia por la Universidad de Cornell. Fue integrante del Comité para la Medición de la Pobreza.

La pobreza extrema no genera el problema migratorio
“El problema migratorio se genera por diferenciales de ingreso, no por la pobreza extrema. Los más pobres no emigran, porque ni siquiera tienen la opción de emigrar; no tienen los recursos. Se van los pobres que por lo menos generan suficientes recursos como para poder emigrar. Una gran proporción de los que emigran tenía empleo antes de irse.”

El gobierno de Vicente Fox redujo la pobreza, pero profundizó la desigualdad, pues hay entidades que sí podrán alcanzar los Retos del Milenio planteados por la ONU, como Monterrey o Guadalajara, pero 200 regiones en Chiapas, Veracruz y Oaxaca que no lo conseguirán, pues tienen índices de desarrollo similares a las regiones más pobres de África, dijo a Crónica Luis Felipe López Calva, coordinador del Informe Nacional de Desarrollo Humano de la ONU.
Expresó además que “las pocas decisiones de Felipe Calderón en materia de política social, no muestran claramente que su compromiso sea la reducción de la pobreza y la desigualdad”.

—¿Qué herencia le dejó Vicente Fox a Felipe Calderón en materia de política social?
—Claroscuros, cosas muy buenas y cosas pendientes. La parte positiva fue continuar y expandir el programa Oportunidades. Hubiera sido un gran error quitarlo. Hay una reducción en la pobreza alimentaria, pero en desigualdad no se hizo mucho. Están los programas progresivos como Oportunidades y el Seguro Popular, pero la desigualdad es un fenómeno mucho más complicado de atacar en el corto plazo.
Estrictamente en los programas sociales, el Seguro Popular tiene una buena intención de dar cobertura a los que no lo tienen, pero se persiste en un error de seguir vinculando el beneficio social (la protección social) a la condición de empleo. Es importante pasar a una política que tiene algún básico de protección social generalizado y desvincular la protección social de la condición de empleo. Creo que no hubo un enfoque correcto en términos de la reducción de la desigualdad.

—¿Se profundizó la desigualdad en los últimos seis años en México?
—Sí, un claro ejemplo son los Retos de Milenio en materia de pobreza, que sólo podrán ser alcanzados por las entidades más desarrolladas como Nuevo León o Guadalajara. Regiones de Oaxaca, Veracruz y Chiapas no van a alcanzar esos retos planteados por la ONU, porque siguen en un nivel de desarrollo tan bajo como países de África.

—¿De cuántas regiones hablamos?
—Hay unos 200 municipios de bajo desarrollo humano en México. Hay otros que están a niveles medios. Habría que hacer un esfuerzo en alrededor de 600 municipios en total, de los cuales 400 se gobiernan por usos y costumbres. Pero los primeros 200, los de bajo desarrollo, deben ser prioridad.

—¿México puede alcanzar los Retos del Milenio para el 2015, como la plantea la ONU?
—Si sigue al ritmo que va, en el caso de pobreza medida sí los puede alcanzar. Equidad de género es más complicado, porque requiere intervenciones institucionales. Pero hay un tema donde hay un riesgo: en mortalidad materna. México está todavía muy alto. Y de hecho si sigue avanzando al ritmo que va, no alcanzará la meta del milenio. Lo más importante es que estas metas no se vean a nivel de promedios nacionales, lo más importante es que se vean en términos de metas regionales en México. Hay regiones de México que alcanzarán los retos fácilmente. Hay otras regiones que si no se hace un gran esfuerzo no los van a alcanzar. Son Chiapas, Veracruz, Oaxaca. Tendrá que ser un esfuerzo similar al que deberán hacer los países africanos.

—¿La desigualdad es el mayor riesgo para la consolidación de la democracia en el país?
—Hay varios problemas para la consolidación, y la desigualdad es uno. La consolidación democrática pasa por la calidad de la educación. Una dimensión de la desigualdad que se discute poco es la que se refiere al acceso a la educación de calidad.
La calidad es muy variada. Si uno ve los exámenes del Instituto Nacional de Evaluación, se ve que las escuelas privadas urbanas tienen los rendimientos más altos, le siguen las públicas urbanas, las rurales, las comunitarias indígenas. Entonces, no es sólo si tienes acceso a la escuela, sino a calidad educativa. El gasto público se va a educación primaria y secundaria de mala calidad; por lo tanto, la gente que puede paga por la educación privada de mayor calidad y después la gente que es aceptada en las universidades públicas es la gente que pudo pagar una educación, primaria y secundaria privada.

—¿Continúa la constante de que los más ricos se hacen más ricos, y los pobres más pobres?
—Yo creo que en la desigualdad medida no hay un efecto muy importante. Pero si contabilizamos el aspecto del incremento de la riqueza de la parte más rica de la población, yo creo que hay un incremento en la desigualdad y esto sí es un reto muy importante para el siguiente gobierno. Hay una dimensión de la desigualdad que es fundamental, y que es la desigualdad regional. Yo creo que el sexenio pasado fue un fracaso en términos de políticas de desarrollo para las regiones más rezagadas. Los intentos fueron fallidos.

—¿Cuáles son los escenarios que avizora en materia de desigualdad y pobreza en los próximos años?
—Necesariamente la reducción de la pobreza pasa por el crecimiento económico y la creación de empleo de calidad. Creo que las políticas que realmente inducen el crecimiento económico y la creación de empleos de calidad son fundamentales para la reducción de la pobreza y eventualmente para la reducción de la desigualdad.
Esto pasa por restringir el poder monopólico de ciertos grupos y pasa por restar el poder de extracción de renta de ciertos sindicatos. Creo que ahí Felipe Calderón tiene un gran reto.
Lo que debe hacerse es crear fondos de cohesión de donde puedan los gobiernos de los estados más pobres retirar fondos extraordinarios con base en logros y necesidades, para invertir a mayor escala, para que podamos tener convergencia regional en términos de logro.

—¿Disminuirá la migración si hay menos pobreza?
—La inmigración se genera fundamentalmente por diferenciales de ingreso. Los más, más pobres no emigran, emigran los pobres que por lo menos generan suficiente para poder emigrar. Los más, más pobres, ni siquiera tienen la opción de emigrar. La migración de debe a diferenciales de ingreso, no necesariamente al desempleo. Una gran proporción de los que emigran tenía empleo antes de irse. La única forma de frenar la migración es que haya convergencia en niveles de desarrollo, es la única. Es una manera estable de frenar la migración.

—¿Eso qué significa?
—Que Oaxaca, Chiapas, Guerrero alcancen los niveles de ingreso medio o ingreso salarial que tienen otras regiones del país, y que el país alcance niveles de ingreso que tiene Estados Unidos, lo cual es mucho más complicado. Entonces, en realidad, conque haya convergencia al interior de México eso reduciría mucho la migración. Es un error como objetivo frenar la migración, lo que debe de verse como objetivo es desarrollar más rápidamente las regiones más rezagadas para que haya convergencia en el desarrollo. Así la migración se reducirá de manera natural en los cinco estados más desiguales: Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Veracruz, Puebla, Estado de México.

—¿Qué le recomienda al presidente Calderón en materia de desigualdad y pobreza?
—Es muy difícil recomendarle algo a un presidente, pero le recomendaría que muestre compromiso político claro y capacidad técnica de su equipo. Que realmente sea prioridad la reducción de la pobreza y la desigualdad. Con las pocas decisiones que ha tomado me parece que no muestran claramente que su compromiso sea de la reducción de la pobreza y la desigualdad. Pero debemos esperar para ver. Esto lo digo porque nombró a gente política en el gabinete social. El único nombramiento que me parece muy bueno es el de Vázquez Mota, en Educación. La reducción de la pobreza y desigualdad requiere de un compromiso fuerte, político, y de capacidad técnica. Si cualquiera de estas dos falta, se puede incurrir en errores.