La agrupación “Familias Primero en Migración’’ urgió a la adopción de un compromiso que, a su juicio, sería satisfactorio para cristianos conservadores, y que implicaría una combinación que proporcionaría a la derecha una de sus metas: terminar con el principio de la ciudadanía automática para niños nacidos aquí, a cambio de aceptar una “amnistía” para los residentes indocumentados.
La agrupación lograría el apoyo de líderes y grupos ultraconservadores como Gary Bauer, David Keene, y la “Unión Conservadora Estadounidense”.

Pero al mismo tiempo el locutor Lou Dobbs usaba su programa en la cadena CNN para denunciar un acuerdo entre los gobiernos de Estados Unidos y México, que permitiría a trabajadores mexicanos, documentados o indocumentados que hayan hecho contribuciones, cobrar beneficios del Seguro Social estadounidense.

El argumento básico presentado por Dobbs sería que los posibles beneficiarios son “ilegales’’ y que el tiempo necesario para calificar, que cifró en 18 meses, sería mucho menor que el requerido de los ciudadanos estadounidenses.
En ese marco, reportes políticos consignaron que la posibilidad de una legislación migratoria este año es considerable pero no tan fácil como podría creerse ante las nuevas mayorías demócratas en el Congreso estadounidense.
De acuerdo con un reporte de la cadena de periódicos “McClatchy’’, la organización sindical American Federation of Labor-Congress of Industrial Organizations (AFL-CIO) estaría en contra del propuesto programa de trabajadores invitados. Aunque disminuida, la AFL-CIO ejerce todavía una enorme influencia en el Partido Demócrata.

La oposición de la AFL-CIO tendría también otra vertiente. En cambio dos importantes sindicatos que dejaron esa coalición el año pasado, el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SIU) y el Sindicato Internacional de Trabajadores (LIUNA), apoyan la idea en términos generales.
Por su parte, el Senado estadounidense parecía alistarse a cumplir con su anuncio de poner una propuesta de reforma migratoria entre sus prioridades, aunque el texto de la proposición aún es desconocido. Se cree sin embargo que sería muy similar a la legislación aprobada el año pasado por el Senado.

Pero varios de los nuevos miembros de la mayoría demócrata, tanto en el Senado como en la Cámara baja, son muy críticos si no abiertamente opuestos a los inmigrantes indocumentados o lo que aquí se considera como una amnistía’’ a posibles violadores de la ley.