"E Periódico" GUATEMALA: "Buscan darle empleo a los guatemaltecos deportados"

Un programa recién creado tratará de conseguirle trabajo a los guatemaltecos que son devueltos desde EE.UU.

Prensa Latinoamericana, 09-01-2007

Han transcurrido apenas nueve días del año 2007, y la lista de guatemaltecos deportados desde EE.UU. ya va por el número 435. Ellos se suman a los 18 mil 503 que fueron devueltos en 2006, y a los miles que vendrán en los próximos 12 meses. Pero ¿qué pasa en cuanto bajan del avión y cruzan las puertas de la Fuerza Aérea?

Muchos de los deportados se enfrentan a un país que desconocen. Han estado fuera por varios años y ya no recuerdan qué buses los llevan a qué lugar ni dónde cambiar los pocos dólares que traen. Mucho menos saben cómo buscar un empleo mientras intentan volver a EE.UU., como es el propósito de la mayoría.

¿Qué oportunidades les está dando el país a sus connacionales deportados?, se preguntaba Pedro Pop, asesor de Comunicación de Migración, cuando observaba a los guatemaltecos que, recién bajados del avión y desubicados, trataban de orientarse unos a otros en las aceras de la avenida Hincapié, como un ciego ayudando a otro a cruzar el Periférico.

Con la ayuda de amigos y conocidos, Pop se propuso crear un proyecto que les procurara un trabajo a los deportados. A través de las encuestas que realiza Migración a los retornados, notaron que muchos de ellos se fueron siendo agricultores y regresaron con un oficio. Son cocineros, pilotos de taxis, carpinteros, etcétera, y además saben inglés. Una mano de obra desaprovechada.

Junto con la organización no gubernamental Desarrollo para la Cultura de Paz, Pop ha comenzado a tener acercamientos con el Ministerio de Trabajo (Mintrab), que maneja una bolsa electrónica de empleo de más de 30 mil plazas, para presentarle el proyecto “Empleo para Migrantes”.

El programa, explica Pop, consiste en clasificar las 15 mil encuestas que ya hizo Migración para seleccionar a los primeros candidatos. Y para los próximos que sean devueltos se colocarán quioscos en donde ellos podrán llenar voluntariamente una ficha con su información laboral. Estos datos serán registrados por la ONG y confrontados con la base de datos que maneja el Mintrab.

El proyecto no tiene fines lucrativos ni políticos y para que trascienda gobiernos se busca firmar un acuerdo entre las entidades involucradas, indica Pop. Además, se solicita la colaboración de empresarios para que ofrezcan sus plazas vacantes, así como de voluntarios que les ayuden a tabular las encuestas.

Interesados en ellos

Edgardo Wagner, de la Cámara de Comercio, indicó que estarían interesados en contratar la mano de obra calificada que sepa hablar inglés, para trabajar en cruceros durante seis meses, y que el resto del año estas personas regresen a sus comunidades para invertir ahí sus salarios devengados en actividades productivas y que se empleen en otros trabajos.

Aun los que no hablan inglés y que han mejorado sus conocimientos y costumbres, señaló, pueden trabajar en diversas actividades en sus lugares de origen y ayudar a desarrollar el turismo. “Estamos en desacuerdo con que los deportados se queden en la capital, porque creemos que pueden mejorar sus condiciones de vida y de vivienda si regresan a sus comunidades”, resaltó Wagner.

La reforma migratoria
>El nuevo cambio de poderes en el Congreso estadounidense ha llenado de optimismo a los distintos grupos de migrantes en ese país, quienes han puesto su confianza en los demócratas para lograr una reforma migratoria.
>“Creemos que ellos (los demócratas) son más proclives a apoyar una reforma migratoria y así lo han manifestado en los últimos días”, dijo el secretario de Conguate, Bernardo Viela.
>En su discurso de toma de posesión, la nueva presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, aseguró que la revisión y aprobación de una reforma migratoria se encuentra entre una de las prioridades de ese país.
>Pero según los migrantes, esta reforma debería aprobarse en los primeros seis meses del año, ya que después, el Congreso entrará en una fase preelectoral donde las prioridades serán otras.

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