Los expertos vaticinan que la inmigración empeorará las cuentas del Estado

El Día, 09-01-2007

Un grupo de técnicos especializados consultados por la empresa PriceWaterHouseCoopers considera que, pese a que aún hoy la aportación de los extranjeros a la Seguridad Social es positiva, en los próximos años se producirá un cambio en la tendencia debido al aumento en el consumo de recursos de este grupo social.

COLPISA, Madrid

La aportación de los inmigrantes a la contabilidad de la Seguridad Social y en general a las cuentas públicas es hoy positiva. Situación que cambiará en los próximos años, según la mayoría de los expertos económicos consultados por PriceWaterHouseCoopers en su análisis trimestral de coyuntura.

Estos mismos técnicos abogan por que la Administración cierre cupos de personas con los Gobiernos de los países de origen que mejoren la formación y cualificación de quienes llegan a España en busca de trabajo. En el terreno macroeconómico, el análisis apuesta por un empeoramiento de la situación financiera de las familias y una desaceleración general a partir de 2008.

Entre 1995 y 2006, la población inmigrante en España ha pasado de representar un 1,9% a un 10,6% del total. Un auge migratorio sin precedentes impulsado en primer lugar por las dificultades que esas personas encuentran en sus países de origen, pero que se ha visto reforzado por el efecto llamada de los ya instalados. Así lo consideran los expertos, que añaden a los principales motivos del aluvión la posibilidad de acceso gratuito a servicios públicos (sanidad, educación, etc.), las mayores facilidades que ofrece el país respecto a otros similares y el reducido control sobre la inmigración no permitida.

Doble vertiente

Los inmigrantes han sido esenciales en el impulso del consumo privado en España (así lo piensa el 61% de los consultados) y en el fortalecimiento de la economía nacional. Sin embargo, lo dice el 51%, también han provocado un empeoramiento en la calidad de los servicios públicos. La mitad de los analistas, además, cree que este colectivo hace un uso más que proporcional de los servicios respecto a su edad si se tiene en cuenta que son en su mayoría personas de entre 16 y 64 años. Un grupo que, en teoría, no debiera de consumir demasiados recursos sanitarios o educativos.

Hasta ahora, añade el informe, cubren con holgura con sus impuestos (IVA, IRPF, etc.) el incremento del gasto público que generan. Pero eso no será así en el futuro. El 52% de los expertos cree que a medio y largo plazo, una vez hayan cubierto su ciclo vital, los inmigrantes consumirán más recursos de los que aportan.

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