Los mexicanos radicados en el extranjero, particularmente en Estados Unidos, enviaron 24 mil millones de dólares en remesas durante 2006, lo que representaría casi un 19.8% más que lo obtenido en 2005, que fue de 20 mil 035 millones de dólares, de acuerdo con el coordinador del Grupo de Trabajo de Migración del PRI en la Cámara de Diputados, Edmundo Ramírez Martínez.

Aun cuando este envío de dinero ha contribuido a mejorar el ingreso de los familiares de los emigrantes mexicanos y a reducir las cifras de pobreza en el país, el potencial de estos recursos es todavía insuficiente para revertir la marginación, el desempleo y la migración.

Si bien el 98% de las remesas que se envían se utiliza para bienes de consumo de las familias (compra de televisor, construcción de una casa, alimentación, ropa y gastos de otro tipo), el otro 2% se invierte en proyectos productivos que fomentan empleo, infraestructura de las comunidades expulsoras de mano de obra o la creación de empresas familiares que permitan frenar la migración”, aseguró el legislador.

“Las remesas han sido en el último sexenio más efectivas que los programas sociales y de combate a la pobreza, pero aún son insuficientes para lograr frenar el éxodo de emigrantes y los altos niveles de pobreza y desnutrición en el país”, reiteró Edmundo Ramírez.

sin control. Por otra parte, sostuvo que el marco legal para controlar a las empresas de envío de dinero y casas de cambio “es casi inexistente y permite abusos”.

El diputado federal del PRI ejemplificó que algunas de esas compañías cobran hasta 20% por cada dólar transferido, mientras que otras con filiales comerciales (venta de artículos electrodomésticos) “prácticamente obligan a los familiares de los paisanos a comprar en esos establecimientos”.

Daniel Ludlow, diputado de Acción Nacional, admitió que las remesas de emigrantes mexicanos serán, lamentablemente, el principal sostén económico en 2007, junto con los ingresos petroleros, en virtud de los pocos recursos federales para detonar el crecimiento y la generación de empleos.

El también miembro de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados manifestó que la economía no puede ya seguir dependiendo sólo de esos recursos, sino tener la capacidad interna de atender y resolver las necesidades de la población, sobre todo de las clases más marginadas, que son las que precisamente se benefician del envío de dólares de sus emigrantes.

Opinión que compartió Estudios Económicos y Sociales de Banamex Citigroup, al señalar que urgen políticas de desarrollo regional, coordinadas con la Federación, para evitar que el éxito de trabajadores mexicanos siga expandiéndose, por la falta de oportunidades.

Dijo que es alarmante que las remesas superen los recursos obtenidos (salarios) por los 13.6 millones de trabajadores registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social. “La dimensión de los números revela la importancia que tienen las remesas como complemento a mercados laborales endebles”, subrayó el diagnóstico del grupo financiero.