Los presidentes autonómicos del PP reclamarán «medidas concretas» sobre inmigración y agua

ABC, 08-01-2007

C. DE LA HOZ

MADRID. Sin saber si quiera si existe el documento que el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió a hacer llegar a las Comunidades autónomas para su debate en la III Conferencia de Presidentes, – a celebrar el próximo jueves – pocas salidas le quedan a los populares para afrontar esta cita más que presentar sus propias propuestas y exigir, eso sí, medidas concretas y «no grandes declaraciones de intenciones».

Los «barones» del PP no ocultan el indisimulado malestar que les ha provocado afrontar una convocatoria para la que no ha habido ninguna preparación previa a pesar de la importancia y de la complejidad de las cuestiones a tratar, sin olvidar, además, que las política hídricas y la inmigración forman parte de las competencias exclusivas del Estado.

A pesar del llamamiento que el 28 de diciembre hicieran los consejeros de Presidencia de las Comunidades gobernadas por el PP para que se celebraran reuniones sectoriales que permitieran avanzar en las distintas cuestiones a tratar en la Conferencia de Presidentes, no se ha hecho ningún trabajo preparatorio. Hoy, esos mismos consejeros se reunirán de la sede del PP bajo la presidencia de Soraya Sáenz de Santamaría para estudiar la estrategia a seguir, aunque, según avanzaron fuentes populares a ABC, habrá una exigencia de «medidas concretas» sobre políticas de agua e inmigración. Además, los presidentes del PP presentarán la alternativa popular en inmigración (aprobada en una conferencia sectorial e, incluso, presentada por Mariano Rajoy al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso) así como en el capítulo del agua, donde no han faltado enfrentamientos entre los «barones» populares.

Desde la sede del PP afirman que sus presidentes autonómicos «se sienten utilizados» y que la Conferencia «no va a servir de nada porque no se ha preparado».

Y ya en el terreno de la anécdota, se quejan con ironía de que incluso Zapatero no dé de comer a los presidentes autonómicos el día 11 porque se ha decidido, según reza el programa de la reunión, que el almuerzo sea «libre», aunque la cita durará todo el día.

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