"El Diario de Chihuahua". MÉXICO: "Impulsan plan turístico para frenar migración"
Tolimán, Qro.-- A San Antonio de la Cal solamente le quedan unos 2 mil 500 habitantes, todos ellos indígenas otomíes; la pobreza ha empujado a la mayoría a migrar, sea a las ciudades cercanas o de plano a Estados Unidos.
Prensa Latinoamericana, 07-01-2007Aquí no hay opciones de trabajo más allá de las empresas dedicadas a la producción de cal y material para la construcción. Sucede aquí lo que en el resto de las localidades que conforman el municipio de Tolimán; “hay extrema pobreza y alto riesgo para la salud”, según describió el alcalde, Martín Jiménez Ramos, también indígena otomí.
Por eso es que en coordinación con varios pobladores de San Antonio, el municipio tolimanense anunció el inicio de la construcción del Proyecto Ecoturístico San Antonio de la Cal. La intención dice Martín Jiménez es la de frenar la migración, lograr que los pobladores de la zona cuenten con ingresos económicos que les permitan sostener a sus familias en mejores condiciones y, por supuesto, que los indígenas de la región sean dueños de sus negocios.
San Antonio de la Cal se ubica a un kilómetro de Bernal, población esta última que ha florecido económicamente gracias a su atractivo turístico que le brinda La Peña, el tercer monolito más grande del mundo.
Lo contradictorio del caso es que San Antonio de la Cal se ubica exactamente a la misma distancia de La Peña aun cuando por otra cara de la misma, pero la situación económica de sus pobladores y de la misma localidad raya en la marginación extrema.
Bernal cuenta ya con la declaración oficial de Pueblo Mágico y la afluencia de miles de visitantes; San Antonio de la Cal muy poca gente lo conoce y poco a poco disminuye su población. La idea, entonces, es la de aprovechar las condiciones del terreno que brinda La Peña misma para edificar un complejo turístico, señala el edil.
En él se pretende construir una zona de palapas para que los visitantes consuman sus alimentos; otra más, un corredor comercial en donde los indígenas de San Antonio venderán sus artesanías, además de que se construirá un estacionamiento. Incluso ya existe el interés de un inversionista privado para construir un hotel de cinco estrellas, próximo a San Antonio de la Cal. También se planea hacer recorridos con bicicletas de montaña y adquirir cuatrimotos.
Martín Jiménez, el alcalde de Tolimán, dice que ya cuenta con una primera aportación económica de 6 millones de pesos para iniciar la construcción del proyecto. “La Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas aportará millón y medio de pesos, el gobierno del estado otra cantidad similar mientras que el municipio de Tolimán participará con la mano de obra”, dice.
Para el presidente municipal otomí el objetivo está muy claro: “Que los pobladores de San Antonio se conviertan en propietarios de los negocios, inyectar recursos económicos a la localidad y frenar así su destino irremediable de volverse un pueblo fantasma”. De concretarse, sería uno de los primeros proyectos económicos en marcha que estarían en manos de indígenas mexicanos.
El reto es dejar de ser pueblo fantasma para convertirse en pueblo mágico.
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