Ecuador quiere sepultar la pesadilla provocada por el terrorismo de ETA

El féretro será velado hoy en Machala y enterrado mañana en esa misma ciudad costera, según indicaron familiares de Diego Armando

Canarias 7, 07-01-2007

Con el velatorio y sepelio del cadáver de Diego Armando Estacio, en su natal Machala, Ecuador quiere enterrar la pesadilla provocada por el terrorismo de ETA, que mató a dos de sus hijos en el atentado del pasado 30 de diciembre en el aeropuerto madrileño de Barajas.

El cadáver de Estacio llegó esta madrugada a la ciudad portuaria de Guayaquil, a bordo de un avión de la Fuerza Aérea Española, acompañado de casi una treintena de familiares y una delegación gubernamental española de alto nivel.

La secretaria española de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, que encabezó la delegación oficial, al llegar a Guayaquil reiteró que a su país le duele la muerte de Estacio y de Carlos Alonso Palate, las únicas víctimas mortales del atentado de ETA.

“No hay ninguna justificación para la violencia terrorista” que acabó con la vida de los dos ecuatorianos, trabajadores que intentaban obtener mejores condiciones de vida para sus humildes familias en Ecuador, remarcó Rumí.

“En este momento, tan lleno de emoción, una vez más Ecuador y España, dos pueblos tan unidos, también estamos unidos por el dolor, por la pérdida de dos de sus hijos”, apostilló la secretaria de Estado.

En un corto diálogo con periodistas ecuatorianos, Rumí aseguró que el Gobierno de España seguirá “luchando, con todas sus fuerzas, por la paz, contra el terror”.

España, dijo la secretaria de Estado, lamenta el fallecimiento de Palate y Estacio, pero indicó que sus familias saben que el Gobierno español no los dejará desamparados y que estará a su disposición “para todo aquello que necesiten”.

Además, dejó en claro que el trato que recibirá Estacio, es el que tiene “cualquier otro español que es objeto de violencia terrorista”, que incluye subvenciones estipuladas en las leyes de España en favor de las víctimas de actos de este tipo y sus familiares directos.

La ayuda, precisó Rumí será de unos 280.000 euros, pero remarcó que “hay una serie de prestaciones que también se dan por parte de los gobiernos autónomos”.

El padre de Estacio, Winston Armando, expresó su dolor por regresar a su país, al cabo de seis años, pues también residía en España, con el cadáver de su hijo.

Recordó que Diego Armando emigró hace tres años a España para trabajar en la construcción, ayudar a su madre, Jaquelin Sivisipa, y resaltó que en el último tiempo había encontrado pareja, su novia, Verónica Arequipa.

“Regreso a los seis años, más o menos, y me siento muy mal porque ha sucedido todo esto (…), me duele mucho, y me hubiese gustado haber venido en otra situación, no con esta calamidad, sino más alegre, para visitar a mi familia”, en Machala, comentó el padre.

Añadió que un día antes del atentado, su hijo, después de jugar un partido de fútbol con sus vecinos, había bebido unas tres cervezas y asegurado que eran las últimas que compartía con sus amigos.

“No sé porqué lo habrá dicho”, agregó Winston, tras señalar que al día siguiente debía ir al aeropuerto de Barajas a esperar a los padres de su novia, a la que no acompañó a la planta de llegada de pasajeros porque estaba agotado y había decidido descansar en el coche, aparcado en el estacionamiento que luego fue derruido por el atentado de ETA.

Tras hacer ese comentario, el padre rehusó responder las preguntas de los periodistas ecuatorianos, por el cansancio del viaje y el dolor que le causaba repetir la historia.

Los familiares de Diego Armando que retornaron de España decidieron descansar unas horas en Guayaquil, para retomar fuerzas y ánimo, con el fin de trasladar luego el féretro hasta Machala.

El cadáver de Diego Armando Estacio llegó a Ecuador el mismo día en que fue enterrado Carlos Alonso Palate, en la localidad andina de Picaihua, su tierra natal, situada en los Andes, a unos 150 kilómetros al sur de Quito.

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