"La Patria". BOLIVIA: "Editorial: A propósito de visas"
Prensa Latinoamericana, 06-01-2007La medida dictada por el gobierno nacional instruyendo a las autoridades de migración y por supuesto a nuestros representantes diplomáticos en los Estados Unidos de Norte América la aplicación de “visa de ingreso a Bolivia” a cualquier norteamericano que desee visitar nuestro país, con cualquier motivo, ha causado sorpresa por una parte y reacciones de enfado en nuestro país, especialmente entre los empresarios del turismo y algunas dudas entre los afectados con la disposición reguladora.
Según nuestro gobierno se trata de una medida de reciprocidad frente al tratamiento que otorga el país del norte a nuestros ciudadanos para su ingreso a ese país, situación que tiene muchas aristas, la mayoría restrictivas, además de un costo a pérdida para los solicitantes, tengan o no la visa norteamericana.
Se ha mencionado también otro aspecto que redondea un marco de política interna y la recuperación de una imagen perdida en la presión de un país que pone sus reglas para visitarlo y de las restricciones que se aplican cuando un determinado visitante no satisface las exigencias de una solicitud de visa, lo que no afectaba en lo más mínimo en el hecho inverso cuando llegaban ciudadanos estadounidenses sin ningún problema a Bolivia, sin la menor exigencia de una garantía para permanecer en nuestro país.
Hay un sentido de dignidad en exigir recíprocamente a los visitantes de USA, la aplicación de una visa que mínimamente garantice la solvencia económica y moral del eventual visitante por motivos familiares, comerciales, profesionales o de turismo, circunstancias que naturalmente deberán ser aclaradas al solicitar la visa consular boliviana, un requisito que sin embargo no deberá complicar en modo alguno el deseo de visitar Bolivia.
Es evidente que la aplicación de la medida es precipitada, pues no ha dado el tiempo suficiente para su conocimiento con una anticipada advertencia que permita a los visitantes de EE.UU. tomar las previsiones del caso para viajar a nuestro país, ésta falla de advertencia oportuna ha generado justificadas protestas.
Ahora bien, en el caso de perjuicio al turismo receptivo en el país, evidentemente producirá restricciones en el tiempo inmediato, lo que se traducirá en una merma del flujo de visitantes norteamericanos, hecho que sin embargo cambiará poco a poco una vez que los interesados se acostumbren a cumplir el requisito de solicitar una visa, trámite que ojalá se cumpla de la manera más cortés, rápida y eficiente de manera que se alivie la molestia de tramitar un visado.
Pero a propósito de visas y circunstancias de reciprocidad, si hay otra medida que debería aplicarse con el mismo sentido de la que rige para norteamericanos, también correspondería extender la medida a los venezolanos, las razones son obvias, pues a los bolivianos también nos exigen visa para entrar a ese país.
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