Los colores de África
El museo Guggenheim de Bilbao presenta una exposición dedicada al arte subsahariano
Diario Vasco, 06-01-2007SAN SEBASTIÁN. DV. Bajo el título 100% África el Museo Guggenheim de Bilbao presenta durante estos meses una selección de la colección de arte africano contemporáneo que el financiero suizo de origen italiano Jean Pigozzi ha ido adquiriendo durante los últimos años bajo la tutela y el consejo de André Magnin, comisario y crítico de arte francés. Hay que recordar que fue Magnin quien en 1989 organizó en París la histórica exposición titulada Magiciens de la terre, en la que se reivindicó el arte de los continentes olvidados – África, América del Sur, Asia y Oceanía – por parte de la cultura y el arte de Occidente.
Aunque el título es genérico y hace referencia a todo el continente, tanto la exposición como la colección se concentran exclusivamente en los artistas que viven y trabajan en el África subsahariana – quince países – , ya que una de las condiciones a la hora de adquirir los trabajos para la colección es que las obras se hayan concebido y realizado en dichos países.
No obstante, pese a estos condicionantes, la Contemporany African Art Collection (CAAC) – que es como se denomina la colección y que tiene su sede en la ciudad suiza de Ginebra, aunque sólo expone sus fondos en exposiciones temporales – es en la actualidad la colección privada de arte contemporáneo africano más importante del mundo.
En cuanto a las disciplinas y a los contenidos de la exposición, compuesta por un centenar de obras de un grupo de 25 artistas diferentes que abarca varias generaciones de creadores y presenta tanto a artistas de renombre internacional como a otros creadores más jóvenes, encontramos tanto pintura como escultura, dibujo y fotografía e, incluso, vídeo.
Aunque durante este último siglo el arte africano ha deambulado erráticamente entre la artesanía y un tipo de arte convencional y de herencia clásica de clara inspiración neocolonial – en este aspecto la influencia ejercida por el realismo socialista de la antigua Unión Soviética y sus países satélite como Cuba ha sido decisivo en el continente africano – , su contacto desde comienzos del siglo XX con la cultura occidental y, concretamente, con el movimiento de las vanguardias – hay que recordar la influencia tan importante que ejerció el arte africano primitivo en artistas de la talla y la ascendencia de Picasso, Brancusi o Modigliani – ha posibilitado que poco a poco y a través de grandes esfuerzos – el contexto político, económico y social, sin duda, no es el adecuado para que exista una producción artística consolidada – vaya surgiendo un arte propio y de interés.
Este arte, que en parte está recogido en la selección de esta exposición, tiene como principales rasgos característicos la inclinación por el estilo figurativo, la tendencia a la narración, la inclinación a lo didáctico y, sobre todo, un compromiso claro hacia la sociedad y la actualidad política que rodea a estos artistas y que les lleva a ser no sólo testigos sino también protagonistas de los acontecimientos que se suceden en su entorno a través de sus creaciones.
Las obras
Entre las obras presentes en la exposición destacan las ciudades visionarias y utópicas de Bodys Isek Kingilez, las máscaras – bidón de Benin Romuald Hazoumé, los cuadros de Chévi Samba y George Lilanga y, sobre todo, el magnífico y fascinante trabajo fotográfico realizado por Keita, Sidibé, Depara y Ojeikere.
En estas obras, que se encuentran entre la antropología y la etnografía, aunque sin descuidar la estética, podemos encontrar sintetizado el deseo por parte de estos artistas africanos y la propia sociedad a la que representan, de avanzar hacia la modernidad aprendiendo del camino realizado con anterioridad por occidente, pero también la reivindicación de su propia cultura, de sus costumbres y sus tradiciones.
Una combinación necesaria para poder avanzar sin perder el rumbo y que ha sido ensayada tanto en Europa – por ejemplo, entre nosotros por Oteiza – como en Latinoamérica o Asia, pero que en el caso de África corre el riesgo de desvirtuarse debido al frágil andamiaje de sus sistemas político, económico y social ya que, sin duda, siguen colonizados todavía hoy por Occidente bajo la denominación de neocolonialismo, como muy bien lo podemos ver, vivir y sentir a través de fenómenos como el de la inmigración.
museo guggenheim bilbao I Abandoibarra, 2. Bilbao. Hasta el 7 de febrero.
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