Un centenar de personas se reúne en la Plaza de Cervantes en memoria del rumano Ioan Grancea, de 28 años, que murió apuñalado cuando vigilaba la pista de hielo Un centenar de personas acudió ayer por la mañana a la Plaza de Cervantes de Alcalá para condenar el crimen de Ioan Grancea, el vigilante rumano de 28 años asesinado de dos puñaladas el día de Año Nuevo. Un joven de 18 años, ya detenido, le asestó presuntamente las puñaladas cuando el guarda le impidió entrar en la pista de hielo. La concentración de ayer estaba convocada por la Asociación Cultural de Ayuda e Integración del Pueblo Rumano. Se guardaron dos minutos de silencio.

El cuerpo de Ioan será repatriado a Rumanía el próximo martes, según anunció la viuda del fallecido, Bianca Grancea. La mujer dijo que su hijo, de 6 años de edad, desconoce todavía el fallecimiento de su padre, al igual que la madre de Ioan, ingresada en la actualidad en un hospital de Alcalá.

Asimismo, la viuda señaló que, tras el entierro de su marido, regresará a España, país al que vino con su marido hace tres semanas «en busca de un futuro mejor para su hijo, ya que en Rumanía no tiene «ni siquiera una casa fija», indicó.

También mostró su indignación ante la falta de auxilio de la policía en el momento de la agresión. «Gritaba policía, policía, pero la policía no venía», comentó. Bianca ha interpuesto una denuncia a la empresa concertada por el Ayuntamiento y responsable de la instalación de la pista de hielo así como de la seguridad, según informa Europa Press.

El abogado de la familia, Luis Suárez, indicó que, de momento, se desconoce si dicha empresa cuenta con las autorizaciones pertinentes del Ministerio del Interior, ya que se tiene constancia de que están contratando a personas sin título como vigilante de seguridad. Ioan Grancea, además, no tenía contrato formal de trabajo ni estaba dado de alta en la Seguridad Social, situación en la que se encontraba desde el 22 de diciembre. Cobraba 60 euros diarios por 12 horas de trabajo.

El detenido como presunto autor del homicidio, Francisco Javier A. d V., prestó ayer declaración y se confesó autor de los hechos. En estos momentos, se encuentra en disposición judicial.

A la concentración también asistieron representantes de los tres grupos políticos del municipio, encabezados por el alcalde, Bartolomé González, quien no quiso hacer declaraciones hasta que no concluya la investigación.