IRUN. DV. Dos bomberos forales del parque del Bidasoa resultaron heridos ayer cuando intentaban sofocar las llamas en un edificio habitado en Irun. El fuego tuvo lugar de madrugada y sorprendió

en la cama a una familia de siete miembros residentes en un inmueble centenario de tres plantas y de estructura de madera.

El incendio se declaró a las 3.45 horas de la madrugada en la calle Uranzu de Irun. Cuando el dispositivo de emergencia alcanzó la zona, en primer lugar evacuaron del primer piso a una familia integrada por una pareja, sus cuatro hijos y la abuela, que resultaron ilesos. Todos ellos abandonaron la vivienda a través de los balcones con la ayuda de colchones. Según informó el alcalde en funciones, Miguel Ángel Páez, que se acercó a primera hora al lugar de los hechos, los bomberos se encontraron a su llegada «con unas llamas que alcanzaban todos los pisos del edificio», por lo que el acceso al interior era inviable.

Durante las tareas de extinción del incendio, dos bomberos resultaron heridos. Uno de ellos recibió el impacto de unos cascotes en el brazo, pero no sufrió lesiones de consideración. El otro tuvo que ser trasladado al Hospital Comarcal del Bidasoa por inhalación de gases tóxicos, aunque todo parecía indicar que su situación tampoco revestía gravedad.

El edificio, ubicado en una zona degrada de Irun, se encuentra rodeado por solares desocupados, por lo que las afecciones se ciñeron al inmueble y a nueve coches aparcados en la calle.

Las labores de los servicios de emergencia se prolongaron durante toda la jornada y el tramo de la calle frente al edificio calcinado permanece cerrado al tránsito de personas y de vehículos. «Los arquitectos municipales han recomendado cerrar la circulación hasta que se ejecute el derribo de los restos por temor a que puedan desprenderse nuevos cascotes o de que pueda derrumbarse la fachada completa», añadió Páez.

Vecinos ‘okupas’

Determinar el plazo para acometer un derribo controlado tampoco era posible ayer. La responsabilidad recae sobre la propiedad del inmueble, que corresponde a una sociedad inversora. El problema está en que el inmueble se encontraba teóricamente desocupado y la familia, de etnia gitana, que residía en el primer piso lo hacía sin permiso de la sociedad propietaria. A su favor consta un fallo judicial que respaldó su ocupación de la vivienda en contra de la denuncia realizada por la parte propietaria.

El solar sobre el que se levanta el edificio se encuentra del ámbito Korrokoitz, una zona degrada urbanísticamente para la que el Ayuntamiento lleva años gestionando una rehabilitación integral con promociones de viviendas.

Aún se desconocen las causas del incendio, aunque fuentes de los servicios de emergencia apuntaron algún problema con las calefacciones o con algún aparato eléctrico en el piso ocupado.