Barcelona – El conseller de la Vicepresidencia, Josep Lluís Carod – Rovira,
está manteniendo entrevistas con «representantes cualificados» de
distintas confesiones religiosas con el ánimo de pactar una ley de centros
de culto que debe servir, según explicó, para regular cuestiones como «las
condiciones mínimas de habitabilidad o de solidaridad con los municipios»
donde se ubican las iglesias. Así lo anunció ayer en una entrevista con
Efe, en la que subrayó que el Govern dEntesa «quiere ser muy escrupuloso
con las opciones religiosas de la gente porque estamos convencidos de que
la religión es un factor positivo de cohesión social».
   Carod, que es responsable de Asuntos Religiosos, defendió la «laicidad
sana» que, en su opinión, significa «compartir el respeto hacia el sistema
democrático y no pretender que las confesiones puedan convertir sus
creencias en leyes para todos».
   Según Carod, la ley que el
Gobierno de la Generalitat quiere proponer también servirá para resolver
algunos problemas con que se encuentran los ayuntamientos, por ejemplo, al
autorizar o no la apertura de mezquitas, «lo que les obliga a adoptar
ciertas decisiones que quizás no les corresponden». La ley de centros de
culto también abordará cuestiones como «el respeto de los hospitales hacia
las formas que cada religión trata el tema de la muerte, o la atención en
los centros penitenciarios o cómo deben ser los cementerios».
   Para consensuar todos estos aspectos, el conseller de la
Vicepresidencia ha tenido varias reuniones. «En dos semanas, me he
entrevistado con el arzobispo de Tarragona, en tanto que presidente de la
Conferencia Episcopal Tarraconense, anteayer (por el jueves) lo hice con
el arzobispo de Barcelona, y el próximo miércoles me reuniré con el
arzobispo de La Seu dUrgell (Lleida)». Se trata, añadió, de mantener
desde la Generalitat «la mejor relación posible con las diversas
confesiones religiosas, empezando por la que tiene un peso demográfico más
importante y que está más enraizada en la cultura y la historia del país,
como es la católica».
   Las manifestaciones del número dos
del Gobierno de Cataluña coincidieron con la celebración de la fiesta
musulmana del «Aid El Adha», la principal del calendario islámico. En ésta
se conmemora el sacrifico de un cordero por parte de Abrahan después de
que Dios comprobara su fidelidad al estar dispuesto a sacrificar a su hijo
Isaac. La celebración, que reunió a miles de musulmanes de varias
nacionalidades en toda Cataluña, ha coincidido con la reciente ejecución
del líder iraquí, Sadam Husein, cosa que fue motivo de comentario por
parte de representantes de comunidades islámicas.
   Falta de
respeto
   El secretario del Centro Islámico Camino de la Paz, Mohamed
Iqbal Chaudhry, señaló que, aún respetando la decisión judicial, es
«condenable» que la ejecución de Husein se haya hecho el día del
Sacrificio, «ya que la propia constitución iraquí lo prohíbe». Por su
lado, el presidente de la Asociación de Amigos del Pueblo Marroquí,
Mohamed Alami, tachó la ejecución de «intolerable» y como «el mayor error
que se ha podido cometer ya que siquiera han respetado el día sagrado
musulmán y eso significa una falta de respeto hacia los musulmanes».