JAUME Torramadé (Alcalde de Salt)

Disimular no es nunca la solución de un problema. El porcentaje de inmigración en Catalunya sirve para incluirlo en el anuario de una institución, pero no es el mundo real. Las macrocifras enmascaran múltiples y diversas situaciones concretas. La singularidad de cada municipio es la clave para encontrar las respuestas a las necesidades que se viven en nuestras calles.

El concepto de inmigración representa situaciones tan diversas que tratarla genéricamente no sirve. El análisis global es un ejercicio académico que aguanta papeles, pero no soporta la calle. Para algunos ciudadanos de este país, hablar de inmigración no pasa de ser una tertulia de café, no les afecta. Para otros es hablar de su comunidad de vecinos, de la escuela de sus hijos y de su marco de convivencia habitual.

Es hora de acercarnos a esta realidad desde otra visión: la local. Solo desde el conocimiento profundo de cada una de las situaciones podremos atender las inquietudes de todos nuestros ciudadanos, sin distinción de orígenes.
Por cierto, tenemos que superar -¡ya!- la palabra integrar. En su lugar les propongo el término anuestrar. No es solo un tema semántico, representa un cambio radical de planteamiento.

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