La Guardia Civil ha desarticulada una banda de 16 integrantes, a los que se les imputa la comisión de 500 robos y fraudes en comercios, viviendas y hoteles de lujo de distintas localidades de la Costa del Sol, en Málaga. Se trata de la mayor operación contra el crimen organizado en España durante este año, según informó ayer un portavoz del Ministerio del Interior.


La organización, a la que los investigadores describen como «jerarquizada y coordinada», estaba liderada por un búlgaro y dividida en tres células con funciones diferenciadas, compuestas por inmigrantes libaneses, marroquíes y argelinos. El primer grupo estaba especializado en la falsificación de documentos y tarjetas de crédito con las que los miembros de la segunda célula adquirían en comercios grandes cantidades de joyas, relojes y aparatos electrónicos de última generación. El tercer grupo se encargaba de los robos, en temporada estival, en apartamentos de urbanizaciones residenciales y hoteles de la costa malagueña.

Los agentes calculan que sólo este año, los componentes de la banda cometieron delitos que les aportaron unos beneficios de unos seis millones de euros, de los que han logrado recuperar dos millones, entre dinero en efectivo (200.000 euros) y bienes inmuebles.

La Guardia Civil los considera autores de delitos de falsificación de documentos, tarjetas y monedas, de robos en casas y hoteles, de venta de productos robados y de estafas con tarjetas clonadas.

Doce de los dieciséis detenidos en la operación han ingresado en prisión y cuatro han quedado en libertad con cargos. Otras dos personas han sido imputadas.