"Vanguardia". MÉXICO: "Con el Editor: Los mejores se van"
Prensa Latinoamericana, 29-12-2006Por Lucía Teissier
La huida de mexicanos hacia Estados Unidos afecta al país no sólo en cuanto al número de los trabajadores que emigran, también por su calidad.
Casi dos de cada diez varones mexicanos que han obtenido un grado de maestría en las universidades del país han emigrado a Estados Unidos.
Eso revela la significativa pérdida de personas con alto nivel educativo para el país, concluye el estudio “La gestión migratoria México–Estados Unidos, un enfoque binacional”.
No ocurre lo mismo con los licenciados que, por la escasa validez de sus títulos en Estados Unidos, se ven obligados a permanecer en México. También señala el documento que en los últimos años, la calidad de los migrantes ha incrementado debido a su nivel de escolaridad.
La proporción de los que cuentan con estudios de maestría se incrementó un 39 por ciento más que la de los que tienen doctorado, lo cual —para los estudiosos— significa un desafío para el diseño de políticas públicas, no sólo en lo que tiene que ver con la creación de empleos, sino también por lo que toca a seguridad, desarrollo demográfico y económico del país y, sobre todo, con la finalidad de abrir oportunidades de formar una sociedad más educada en México.
Este reporte fue elaborado por un grupo de profesores de instituciones como la Universidad Iberoamericana, el Colegio de México, el Instituto Tecnológico Autónomo de México, la University of Georgetown y el Pew Hispanic Center.
El documento añade que actualmente sólo el 3 por ciento de los indocumentados de todo el mundo en Estados Unidos trabaja en el campo, y el 33 por ciento en el sector de servicios —hogares, negocios familiares y empresas trasnacionales—, ya que requieren pocos conocimientos.
Sin embargo, los patrones se aprovechan de esta condición para pagarles salarios bajos, otorgarles menos prestaciones y tener mayores facilidades para despedirlos.
Hasta 2004, los mexicanos en Estados Unidos sumaban 11.2 millones (5.9 millones de indocumentados). Una gran parte radica en California, Texas e Illinois; otra parte en 12 áreas metropolitanas como Los Ángeles, Chicago y Houston.
Aunque hay gran demanda de enfermeras tituladas y profesores universitarios, se calcula que desde 2002 hasta 2012 la mayor demanda ocupacional será para trabajadores con bajos niveles de calificación, como empleados de comercio al menudeo, servicios al cliente, cajeros, afanadores, mozos, jardineros y choferes de transporte de carga.
Eso se debe a las previsiones de crecimiento en el sector de restaurantes, construcción y alimentario. El estudio muestra que el impacto negativo de la presencia de los migrantes en los trabajadores nativos es reducido, porque unos y otros se desempeñan en distintos trabajos.
El texto indica que la migración debe entenderse como una tendencia de la integración comercial, impulsada por las disparidades que provocan que muchos mexicanos emigren a Estados Unidos en procura de empleos que les ayuden a mejorar la calidad de su vida.
A pesar del aumento migratorio, “el flujo puede ser reducido si ambos países cooperan y dan pie a medidas prácticas y efectivas, como el desarrollo de México con la creación de empleos formales, la legalización del estatus migratorio, apalancar las remesas, favorecer el retorno de los migrantes y desalentar el empleo ilegal”.
Estos datos, y otros que proporcionan estudios e investigaciones diversas, comprueban que la migración de trabajadores mexicanos hacia el país del norte es ya un fenómeno bien establecido, una realidad incontestable que el Gobierno de México y las instituciones y organizaciones interesadas deben vigilar, para impedir que crezca de forma incontrolada, y asegurar el mejor trato para los mexicanos que se ven obligados a salir del país en busca de una mejoría económica.
(Puede haber caducado)