El presidente de la Junta Islámica de España, Mansur Escudero, rezó ayer junto a la Mezquita – Catedral de Córdoba. La oración se produjo al día siguiente de que el Obispado de Córdoba rechazase la petición de la Junta Islámica al Papa Benedicto XVI para que permita el rezo compartido en el templo.

Descalzo y sobre una alfombra, Escudero, converso nacido en Málaga y residente en la localidad cordobesa de Almodóvar del Río, realizó la oración de mediodía – dohr – , una de las cinco obligatorias para los musulmanes, rodeado de periodistas.

Mansur insistió en sus llamadas al «diálogo interreligioso» y al «ecumenismo», y subrayó que su intención «no es crear un clima de confrontación». «He recibido muchas muestras de adhesión por parte de católicos cordobeses», dijo, precisando que el teólogo Juan José Tamayo le ha ofrecido su apoyo.

Escudero quiere que los católicos, que rezan ante el altar cristiano del templo, permitan a los musulmanes hacerlo ante el mihrab, propiciando un «diálogo que redunde en el entendimiento» entre credos.

Enrique Centella, coordinador provincial de IU, tildó el acto de «payasada» y «circo». Y Rosa Aguilar, alcaldesa de Córdoba – también de IU – , que desde el principio se mostró reticente a la apertura del templo a los musulmanes, dijo que gestos como el de Escudero «no generan concordia y diálogo dentro de una situación de normalidad».